'¡Que se caguen!'; Héctor Herrera desea que la afición haga pesar el Estadio Azteca

El mediocampista del Atlético de Madrid señaló que no se siente un ambiente hostil como sí lo hay en otros lugares, especialmente en Centroamérica.

Héctor Herrera desea que el Azteca pese más. (Foto: Mexsport)

Héctor Herrera reconoció que le gustaría ver que la afición mexicana pesara más, convencido de que los representativos que visitan el Estadio Azteca no "se cagan" debido a que el ambiente no es hostil como sí lo es en otros lares, algo que le ha tocado sufrir con la Selección Nacional

El mediocampista del Atlético de Madrid aseguró que en México no se le hace sentir a los representativos rivales que están de visitante, lo cual quisiera que cambiara, ya que ayuda mucho a los jugadores, ya que les ayuda a ingresar más motivados al campo.  

“Dicen que el Azteca es grande e impone, sí, impone y es muy bonito, pero el ambiente no es tan fuerte para que el rival diga ‘estoy cagado’, por así decirlo. En ese aspecto podríamos ser más fuertes, es algo que yo veo o me gustaría ver en mi país, en mi estadio, sentir que la gente verdaderamente está metida. Si el resultado es otro, nos tocará dar la cara. En el partido hay que meter juntos, en el futbol es importante lo del jugador número 12”, aseguró Herrera a W Radio.

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Gracias al recorrido que tiene en el futbol, Herrera dio a conocer algunos ejemplos de cómo los aficionados locales encienden, con una atención especial en lo que se da en Centroamérica, pero también en Europa, donde lo vivió con Porto y Atlético.

"Es una adrenalina que te empieza a correr por el cuerpo, en Porto la gente nos lo hacía sentir y hace poco con Atlético fuimos a jugar ante la Real Sociedad, la cual nos pinchaba las llantas. Que sientan que estamos llegando. Está bueno que la gente te apriete", comentó.

Cuando vas a jugar a Honduras, Costa Rica, Panamá, Jamaica, siempre sientes desde la llegada. Por ejemplo, en El Salvador la gente siempre está metida, con el equipo y ponen música, juegos y todo, para que no descansemos bien. Lo sientes cuando llegas al estadio, cómo la gente te aprieta, desde el inicio, no solo cuando entras a la cancha”,  abundó.

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