Impidieron a aficionados ingresar con máscaras y sombreros a juego del Tri
Los seguidores de la Selección Mexicana tuvieron que dejar sombreros y máscaras porque no se les permitió la entrada al Azteca.
Estadio Azteca /
Varios aficionados se sorprendieron cuando al ingresar al Estadio Azteca para ver el juego de despedida de la Selección Mexicana ante Escocia tuvieron que deshacerse de sus máscaras o sus sombreros por orden de la policía.
Los seguidores del Tri llegaban hasta la penúltima revisión de seguridad cuando los policías les decían que por “motivos de seguridad” no podían ingresar con ninguno de estos objetos y argumentaban que así eran las indicaciones de la administración del estadio.
“Es la esencia del mexicano, no manches”, le dijo un seguidor con playera blanca del Tri que tuvo que llevarse su sombrero al coche para poder entrar. “Es por seguridad, nos pidió (la administración) del Estadio”.
Sin embargo, no siempre se aplicó el mismo criterio. Mientras algunos les pedían que se llevaran la máscara a otros se las permitían y lo mismo ocurrió con los sombreros de paja, varios de ellos comprados en los puestos afuera del estadio.
A un aficionado que portaba un sombrero gigante le molestó tanto la medida que tuvo que devolver el gran sombrero a su coche.
Los seguidores del Tri llegaban hasta la penúltima revisión de seguridad cuando los policías les decían que por “motivos de seguridad” no podían ingresar con ninguno de estos objetos y argumentaban que así eran las indicaciones de la administración del estadio.
“Es la esencia del mexicano, no manches”, le dijo un seguidor con playera blanca del Tri que tuvo que llevarse su sombrero al coche para poder entrar. “Es por seguridad, nos pidió (la administración) del Estadio”.
Sin embargo, no siempre se aplicó el mismo criterio. Mientras algunos les pedían que se llevaran la máscara a otros se las permitían y lo mismo ocurrió con los sombreros de paja, varios de ellos comprados en los puestos afuera del estadio.
A un aficionado que portaba un sombrero gigante le molestó tanto la medida que tuvo que devolver el gran sombrero a su coche.