Sí, La Volpe un día festejó un gol: el de Osorno que valió un título y un proceso

Cuando más perdido parecía estar el proceso de Ricardo La Volpe al frente de la Selección Mexicana, apareció una luz dorada que iluminó al Bigotón y le dio crédito para ganar confianza y así seguir con la ruta para clasificar “caminando” a Alemania 2006. Esa luz fue la Copa Oro de 2003. Cuando apenas tenía cinco meses en el cargo, La Volpe era cuestionado. ¿Sería el indicado para llevar a México al Mundial? El argentino había debutado en febrero de ese año contra la Selección de su país, la Albiceleste que venció 1-0 a los verdes.

Luego un empate con Colombia, un insípido triunfo ante Bolivia y un nuevo empate ante Paraguay dejaban sin convencer. Con esos juegos como preparación llegó el Tri a la Copa Oro en que fue sede porque se disputó en México.

¿Cómo fue esa Copa Oro?

Si bien en el primer partido venció a Brasil todavía en Fase de Grupos, el segundo encuentro fue un desastroso empate sin goles ante Honduras en el Estadio Azteca que convirtió a la Selección en una olla exprés a punto de estallar, con el obvio rechazó y decepción de la afición.

Pero todo eso cambió cuando la Selección consiguió su séptimo campeonato de Concacaf al vencer a un “mermado” Brasil en la Final de esa Copa Oro, pues aun cuando el cuadro sudamericano no traía a sus mejores figuras, ya contaba con Robinho, Kaká y Julio Baptista, entre otros.

El juego no parecía tener salidas para alguno, ambos arcos tuvieron mucha actividad pero tanto Oswaldo Sánchez como el arquero brasileño fueron figuras, al grado de que terminaron los 90 minutos sin goles.

Un festejo de La Volpe para enmarcar

Solo una genialidad podía romper el cero hasta los tiempos extra. Apenas habían pasado 8 minutos del primer lapso cuando Daniel Osorno, uno de los hijos pródigos de La Volpe, salvó el juego y así el proceso del bigotón.

Osorno se atrevió como ningún otro lo había hecho en el campo. Tomó el balón, encaró y se quitó a tres rivales de encima para cruzar la pelota hacia la portería brasileña. El Azteca estalló con el gol y, como pocas veces se le vio en toda su carrera de entrenador, La Volpe corrió al tiro de esquina para celebrar con todos sus jugadores y darle el abrazo más fuerte a Osorno.

“Fue una emoción de todos porque debíamos ganar a como diera lugar, ni modo de perder un trofeo en México”, contó Osorno a Mediotiempo.

Ese título le valió a México para clasificar a la Copa Confederaciones del 2005, donde la Selección Nacional llegó a sus puntos futbolísticos más altos en la historia. Además, en 2004 comenzó la eliminatoria hacia Alemania 2006, donde no hubo sobresaltos porque el Tri se había llenado de confianza a partir de ese título en Copa Oro.

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