Los peores errores de Guillermo Ochoa jugando con Selección Mexicana
El capitán mexicano fue factor para que el Tricolor no saliera con el triunfo ante Uzbekistán.
Guillermo Ochoa quedó exhibido, luego del error que le costó la victoria a la Selección Mexicana en el duelo amistoso que disputó con Uzbekistán en Atlanta, Georgia.
Otabek Shukurov fue el encargado de anotar el gol, en el cual Ochoa no midió bien la trayectoria del balón y tuvo una tardía reacción, misma que apareció cuando la esférica ya estaba adentro de la portería.
A pesar de que el hoy capitán del Tricolor ha tenido encuentros memorables en los que ha sido el héroe, en este día le tocó ser el villano, aunque no es la primera vez que el arquero se equivoca bajo los tres palos de la Selección Mexicana.
Peores errores de Memo Ochoa con el Tri
Uno de los últimos grandes errores del veterano portero ocurrió en el Octagonal rumbo a Qatar 2022, cuando México visitó a Canadá por la Jornada 8.
Tras un tiro lejano, Ochoa escupió el balón y lo dejó a merced de Cyle Larin, quien solamente tuvo que empujar el balón al fondo de la portería mexicana.
Otra de estas pifias se dio en las últimas eliminatorias, en el encuentro con Panamá, cuando el partido iba 0-0: un centro raso sin fuerza estuvo al alcance de Guillermo Ochoa, quien para su mala fortuna dejó el balón vivo para que los panameños se adelantaran en el marcador.
Más para atrás: durante un partido amistoso contra Venezuela en el 2011, Vizcarrondo, exfutbolista del América, convirtió el primer gol de aquel partido en una mala salida de Memo Ochoa.
Una de las peores noches de su carrera ocurrió en Santa Clara, California, durante el duelo con Chile por la Copa América Centenario, cuando la Roja le dio un paseo histórico al Tricolor goleando 7-0 y Ochoa colaboró, particularmente, en el quinto gol, dejando el balón a merced de Edu Vargas.
Uno de los más recordados fue el gol que se comió Memo Ochoa contra Corea del Sur en un duelo de preparación disputado en Torreón en el año 2010.
Quedó para la memoria la reacción de Oswaldo Sánchez, tras el error de su colega Ochoa, quitándose la chamarra y haciendo como que se metería a la cancha.