Santiago Giménez: amar al país en el que creció más que al de sus raíces

Pudo jugar con Argentina, pero el delantero optó por México, la tierra en la que creció, y en donde hoy se le ve como su mayor esperanza.

Santiago Giménez

En 2019 y a lo largo de 2020, Fernando Batista, entrenador de la selección de Argentina de las categorías Sub-20 y Sub-23, puso su atención en Santiago Giménez (Buenos Aires, 18 de abril de 2001), un goleador de condiciones interesantes al que bien podría pulir e impulsar como lo había hecho ya con muchos otros jugadores, pero también con una mentalidad peculiar que lo hacía considerar era más importante defender al país en el que creció que en el que nació.

Con una buena carrera en inferiores de La Máquina, una zurda difícil de encontrar en delanteros, buen físico, capacidad para buscar “muy bien los espacios” y “la idea clara para definir” –como describió el propio Batista–, Santi era un objetivo atractivo, por lo que valía la pena hacer algún esfuerzo para contar con él, como lo intentó el entrenador.

Santiago Giménez reconoce que el penal que le dio el título al América estuvo bien marcado

Christian “Chaco” Giménez, padre del artillero y exjugador argentino, fue la vía que buscó aprovechar el DT para que ayudara en la labor de convencimiento. Le dijo que quería ver a Santi en algún momento en los campos de la AFA, pero su esfuerzo resultó en vano, simplemente porque no había una conexión tan fuerte como la que el joven tenía por el país que le dio todo.

“Lo llamaron de la Selección Argentina y él decidió México. Por una cuestión que vivió siempre aquí y él lo sintió así. Él tuvo la decisión y se decidió por México”, relató el Chaco Giménez para el podcast La Capitana en septiembre pasado, al recordar ese momento en el que Santi marcó su destino.


México, el país que le dio todo al Bebote

Santi, a quien su familia apodó como el Bebote por su gran talla, llegó a México cuando apenas tenía tres años de las manos de su madre María Fernanda y de su padre, quien en la búsqueda de mejores condiciones económicas aceptó una propuesta que le llegó en 2004 desde Veracruz, en donde lo haría tan bien que pronto lo buscó el América.

Si bien como azulcrema no logró destacar en la temporada que estuvo, Chaco tuvo una nueva oportunidad en el Pachuca a mediados de 2006 , la cual aprovechó para catapultar una carrera que lo convertiría en uno de los mejores jugadores de México, y que a nivel personal le serviría para consolidar a su familia, la cual creció con los nacimientos de Sofía y Agustina.

Sin embargo, fue en la Ciudad de México, cuando jugaba con Cruz Azul, cuando ya no hubo un vuelta atrás definitivo. Mientras Chaco buscaba infructuosamente un campeonato de Liga que no se le dio como cementero, en las fuerzas básicas su hijo empezaba a prepararse para sacar esa espina familiar unos años más tarde, siempre bajo la tutela de su padre.

“A Santi me tocó enfrentarlo. Estoy hablando de 2015 o 2016 y Santi estaba en la Sub-15 de Cruz Azul y ya marcaba una diferencia desde ahí. En ese momento, si mal no recuerdo, jugaba de media punta, jugaba atrás del 9. Era un tipo con calidad, espigado, con buen pie y sí marcaba una diferencia. Físicamente era más alto que los demás, aparte que tenía muchas situaciones técnicas que sí marcaban esa pauta”, rememoró Jaime Correa para mediotiempo en noviembre de 2023.

La vida de Santi estuvo en peligro

Con 16 años, Santiago debutó en Copa MX el 2 de agosto de 2017 ante Tigres, y un par de años más tarde, el 28 de agosto de 2019, lo hizo en Liga MX contra Tijuana, aunque en ese interludio se presentó un problema de salud que no sólo puso en juego su carrera, sino su vida al sufrir una trombosis en el hombro derecho, padecimiento similar al que acabó con la vida de Miguel Calero, excompañero del Chaco en los Tuzos.

Mi padre vivió la muerte de Miguel Calero y seis o siete años después estaba conmigo en el mismo quirófano y con el mismo padecimiento. Él se quedaba pasmado”, reveló Santi Giménez en marzo para Caliente TV, al recordar esos días de angustia que lo llevaron a alejarse del futbol durante casi seis meses que pasó entre anticoagulantes y constantes visitas al médico, un freno que lo hizo replantearse todo.

Fue la situación más difícil de toda mi vida. Aunque, la verdad, le agradezco a Dios que me haya dejado pasar por eso porque fuera de lo futbolístico, de lo familiar. Hubo un antes y un después de mí. Me habían dicho que podía dejar de jugar futbol”, reveló en agosto de 2023 a los medios de Cruz Azul, antes de viajar a Países Bajos para enrolarse a una nueva pretemporada del Feyenoord.


La joya mexicana y un gran porvenir

Recuperado y después de marcar 21 goles con La Máquina, además de tener ya algunos minutos con la Selección Mexicana –debutó con ella el 22 de octubre de 2021 ante Ecuador– Santi fue firmado el 29 de julio de 2022 por el Feyenoord, club que acostumbra consolidar promesas para después venderlo a clubes o ligas más competitivas.

Si bien no pudo sobresalir inmediatamente por la competencia que tenía con Danilo e Igor Paixao, además de la falta de físico para competir en el futbol neerlandés, aprendió nuevamente a jugar en ese siempre revolucionario futbol, y supo de hacerse de un lugar hasta quedarse como titular fijo, hasta acumular 48 goles en dos temporadas que lo convirtieron en uno de los delanteros más deseados en Europa.

AC Milán, Juventus, Napoli, Atlético de Madrid, Chelsea, Liverpool y Tottenham han sido algunos de los clubes que han volteado a ver al canterano cementero, hoy llamado a ser el estandarte de la Selección Mexicana en la Copa América, cuando bien pudo no ser así si tan sólo hubiera atendido el llamado de Batista, idea que no nubló su cabeza, como explicó en junio pasado a Hugo Sánchez.

Yo decidí por México, porque la realidad es que yo me siento más mexicano que argentino. Yo soy argentino de nacimiento, pero yo llegué a México a los tres años, entonces toda mi vida fue ahí, ni siquiera me acuerdo cuando yo vivía en Argentina. Hice una cosa que creo que fue lo correcto. Dije que no iba a pensar en qué me conviene más o pensar en el futuro, simplemente voy a decidir con el corazón”.


  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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