Estados Unidos 1994: Reinicio del sueño por el quinto partido
La Selección Mexicana de Futbol se reincorporaba a la Copa del Mundo, tras perderse Italia 1990 por el tema de los cachirules.
Estados Unidos 1994 significó el inició de una misión que en 28 años y seis Mundiales se había convertido en una misión imposible: avanzar al quinto partido.
La Selección Nacional de México se clasificó después de que no tuvo la posibilidad de jugar la eliminatoria a Italia 1990, debido a un castigo que la FIFA le impuso a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) por falsificar actas de nacimiento e incluir a jugadores fuera del límite de edad al Premundial Sub-20 Guatemala 1988.
El equipo mexicano se ubicó en el Grupo E, el de la muerte, como fue bautizado; acompañado por Irlanda, Noruega e Italia. Sorpresivamente, el equipo avanzó de ronda en primer lugar, por lo que en Octavos de Final le tocó Bulgaria, que se había clasificado como segundo del Grupo D.
Los búlgaros encabezados por Hristo Stoichkov –entonces estrella del Barcelona-, dominaron el duelo en el arranque y al minuto 6, en una jugada a velocidad, Stoichkov adelantó con un golazo; México entró en un letargo.
Sin embargo, la reacción del equipo de Miguel Mejía Barón llegó rápido y con un penal al minuto 18, Alberto García Aspe hizo posible el empate; el partido se consumía y la inacción del técnico abrió paso a otra polémica que ha sobrevivido a las insustanciales explicaciones de un lado y otro: el DT dejó a Hugo Sánchez en la banca.
El partido se alargó hasta los tiempos extra y con el 1-1 en la pizarra llegó hasta la definición desde los penaltis. García Aspe falló el primero, el portero Jorge Campos le detuvo a los búlgaros, pero luego Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez también erraron sus respectivos disparos.
Nada qué hacer ante la precisión y mayor coraje de los búlgaros; un equipo que lucía tan desordenado en el campo, como claro en sus intenciones: liquidar al rival a la primera oportunidad, por el medio que fuera necesario, esta vez fueron los penaltis.