El Calcioscommesse en 2011, una estafa con todo y figuras de la Serie A
A principios de la década pasada estalló un nuevo escándalo en la Serie A, uno más a la lista de un futbol manchado por las apuestas y el amaño de partidos
El futbol italiano se vio manchado en 2011 luego de un nuevo escándalo, ahora por supuesto arreglo de partidos que tuvo en la lista a figuras reconocidas como Giuseppe Signori, Mauro Bressan, Stefano Bettarini y Cristiano Doni, conocido como Calcioscommesse o Scommessopoli que inició en junio del año mencionado, con sanciones a más de 22 clubes de diferentes categorías.
Aquel escándalo golpeó al balompié italiano e inició en junio de 2011 con cargos a los involucrados que van desde asociación criminal dirigida a estafa y fraude deportivo, no solo de la Serie A, sino también de la Serie B y Lega Pro. Uno más a de una lista que va desde el ‘caso Allemandi’ en los años 20, el ‘Totonero’ en los 80 o el ‘Calciopoli’.
Los investigadores hablaron de que se condicionaron 18 partidos: uno de la Serie A entre el Inter contra Lecce, cinco de la Serie B y 12 de la Lega Pro, por lo que se mencionaba que era una “organización criminal” que fue desmantelada. Las investigaciones duraron hasta 2015 cuando el jefe fiscal, Roberto Di Martino, las finalizó y acusó a los 130 sospechosos, que abarcaba futbolistas, exjugadores, entrenadores y al propio Antonio Conte, que en ese año dirigía a la Selección.
También pegó en la carrera de Domenico Criscito, que quedó fuera de la Eurocopa 2012 luego de que Cesare Prandelli, entonces DT de Italia, decidiera sacarlo de la convocatoria al estar bajo investigación, algo que molestó al lateral izquierdo, pero meses después fue absuelto de todos los cargos.
ANTONIO CONTE, SUSPENDIDO CUATRO MESES
Fueron cuatro de años de investigaciones, realizadas con intercepciones, cartas rogatorias, interrogatorios y otros materiales, y el caso más sonado fue el de Antonio Conte, que durante el escándalo dirigía al Siena, cuando no reportó arreglos en los partidos contra Albinoleffe de la Serie B, por el que lo inhabilitaron diez meses en 2012 cuando estaba con la Juventus y después fue reducida a cuatro meses.
En ese 2015, el fiscal de Cremona solicitó la acusación de 104 sospechosos, entre ellos estaba Antonio Conte, ahora en su etapa por la Selección de Italia por el mencionado partido ante Albinoleffe, haciendo referencia a los acuerdos firmados por los entrenadores de la Federación Italiana de Futbol, en lo que deben “salvaguardar la conducta moral de los jugadores”, pero fue absuelto en mayo 2016, previo a la Euro de ese año.
UN PORTERO, ACUSADO DE SEDAR A SUS COMPAÑEROS
Todo el escándalo inició tras un partido entre Cremonese y Paganese en 2010. Después del mismo, varios jugadores tuvieron que ir al hospital al resultar intoxicados por tomar algunas bebidas con litio al medio tiempo en un intento fallido de arreglar el juego; uno de ellos, Carlos Gervasoni, sufrió un accidente de tránsito cuando regresaba a su hogar.
El portero Marco Paoloni, quien estaba cedido en el Paganese, fue acusado de buscar que perdiera su equipo y arrestado por el mismo hecho. Duró ocho años suspendido por ser un persona importante en la trama hasta que fue absuelto en 2019.
“Durante mucho tiempo me han pintado como una persona que no soy; nunca he hecho un gesto así, es decir, drogar a mis compañeros de equipo. Siempre he tenido fe en la justicia italiana. Todavía estoy enojado hoy con la deportiva, que me quitó el sueño de continuar mi carrera como futbolista”, dijo en marzo de este año a Europa Calcio.
Este fue el penúltimo escándalo en los últimos años que sufrió el futbol italiano, que golpeó a equipos importantes como la Juventus, el Milan, la Fiorentina, la Lazio y Reggina, acusados de conspiración para sacar ventajas deportivas con la designación de árbitros que los favorecieron en duelos importantes de la temporada 2004-05.
El asunto estalló previo al Mundial de Alemania de 2006 con la Juventus como campeón luego de que la prensa italiana publicó transcripciones de conversaciones telefónicas grabadas de los directores generales del equipo, Luciano Moggi y Antonio Giraudo con oficiales del futbol italiano para influir en la designaciones arbitrales.
Esto llevó a que la Juventus fuera despojada de los scudettos obtenidos en la 2004-05 y 2005-06, así como el descenso a la Serie B con 30 puntos de penalización. El Milan perdió 15 puntos y los mandaron a la previa de Champions League. La Fiore también perdió la categoría, con 12 unidades descontadas y multa económica, al igual que la Lazio, pero perdiendo 30 puntos tras un veredicto en julio de 2006.