Nápoles y la mafia; el lado oscuro del nuevo hogar del Chucky Lozano

Schilacci, Lavezzi, Miccoli, Cavani y Maradona son algunos de los futbolistas a quienes se le llegaron a acercar personajes ligados con la mafia.

La relación del Napoli y la Mafia ha existido a lo largo de los años. Foto: AFP

“En Nápoles la droga estaba en todas partes”, fue una de las revelaciones que hizo Diego Armando Maradona en una entrevista para la revista argentina Gente en 1996, recordando los vínculos que tuvo con jefes de la Camorra, organización criminal que ha tenido desde su principal bastión a localidades sureñas de Italia como Salerno, Caserta, Benevento y Nápoles, ciudad que será casa de Hirving Lozano, nuevo jugador del equipo Azzurri.

La relación entre las mafias italianas y el futbol tiene un largo historial. Incluso hay documentos e investigaciones policiacas que han llevado a jugadores a ser parte de las indagatorias, como el caso de otro argentino, Ezequiel Lavezzi, quien entre 2007 y 2012 defendió la camiseta del Nápoles.

El Pocho, ya como jugador del París Saint-Germain, tuvo que viajar a Italia para ser interrogado sobre un caso de lavado de dinero. Ahí el delantero aceptó que conocía a Antonio Lo Russo, identificado como líder del clan Lo Russo, y con quien, incluso, jugó Playstation en su casa.


“Lo conocía como uno de los hinchas del Napoli; vino incluso algunas veces a mi casa. No me pareció nada extraño porque también en Argentina resulta habitual que los jugadores traten con los hinchas. Incluso una vez jugamos a la Playstation juntos, y si mal no recuerdo, también lo he visto en el Estadio”, relató entonces el jugador.

Fabricio Miccoli, exseleccionado italiano y futbolista de clubes como Juventus, Fiorentina, Lecce, Palermo y Benfica, fue otro de los implicados enlazados con la mafia de Palermo, donde jugó del 2007 al 2013, año en el que fue presentado ante las autoridades para ser interrogado por los presuntos delitos de extorsión y acceso no autorizado a sistemas de información.

Además fue relacionado con el hijo de Antonino Lauricella, jefe de la Cosa Nostra, una de las organizaciones criminales más conocidas alrededor del mundo.

A principios de la década de los noventa, y tras el Mundial de Italia, el caso del delantero Salvatore Schillaci, máximo goleador en esa justa, tuvo eco mundial, ya que su relación con integrantes del grupo Della Noce, creció después de amenazar de muerte a Poli, jugador del Bolonia, con quien segundos antes había tenido un enfrentamiento.

“Haré que te maten”, fueron las palabras de Schillaci, que años más tarde, en una serie de televisión, le dio vida a un personaje de mafioso italiano.


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