Jugador de Roma se desvaneció en duelo vs. Udinese; el partido fue suspendido
El futbolista de la Roma fue retirado en camilla y consciente por el cuerpo médico.
El costamarfileño Evan Ndicka, defensa de la Roma, se desplomó este domingo durante el duelo entre Udinese y la Loba y el partido fue suspendido tras varios minutos de deliberación entre los equipos.
En el minuto 71 del partido, el defensa se llevó la mano al pecho e hizo saltar todas las alarmas en el BlueEnergy Stadium de Udine (norte) en el que tenía lugar el partido.
Rápidamente, tanto el colegiado como Daniele De Rossi, entrenador de la Roma, llamaron a las asistencias médicas con urgencias, que entraron también con el desfibrilador. Tras dos minutos y sin necesidad de reanimar al jugador, el equipo médico se llevó a Ndicka en camilla y consciente.
Fue en ese momento cuando De Rossi se negó a continuar el partido sin revisar él mismo el estado de su central. Acudió dentro del vestuario a revisar la condición de Ndicka gracias al colegiado, que le dio un permiso de dos minutos con el juego parado.
"Está bien", dijo el técnico cuando volvió al campo, tranquilizando a sus jugadores.
Sin embargo, De Rossi, visiblemente afectado y preocupado, pidió al colegiado y al entrenador rival, Daniele Cioffi, suspender el partido por la complejidad de la situación.
El técnico giallorosso reunió a sus jugadores y la Roma mostró su preocupación y su deseo de no continuar el duelo. De Rossi se lo comunicó al entrenador y capitán del Udinese, el argentino Roberto Pereyra, y el colegiado finalizó el partido.
Los capitanes de la Roma se acercaron a la grada en la que estaban sus aficionados para explicarles lo sucedido.
De acuerdo con lo reportado por Corriere dello Sport y La Gazzetta dello Sport, al vida del futbolista no se encuentra en peligro, aunque las condiciones en las que está tienen atentos a los médicos.
Faltan poco más de 10 minutos que tendrán que recuperarse en otro momento, con un empate a uno en el marcador, tras los tantos de Pereyra y el belga Romelu Lukaku, que marcó el gol 300 de su carrera.