DT del Sassuolo se niega a jugar contra el Milan por ser creadores de la Superliga
Roberto De Zerbi, entrenador del Sassuolo, afirmó que él se niega a disputar el duelo de Serie A contra los Rossoneri y comunicó esto a la directiva.
A ver contra quién juegan, pero que con ellos no cuenten; esa es la drástica postura que ha adoptado el entrenador del Sassuolo italiano, Roberto De Zerbi, de cara al partido contra el Milan en la Serie A, esto a manera de protesta por la recién anunciada Superliga Europea.
El técnico del Neroverdi explotó en la conferencia de prensa previo al citado compromiso ante Il Diavolo, acusándolos de formar parte de un grupo de "prepotentes" que quieren exterminar la competitividad en el futbol con este nuevo concepto del que -hasta el momento- forman parte 12 clubes, entre ellos el Milan, Inter y Juventus de Italia.
"No quiero jugar este partido contra el Milan porque es uno de los fundadores. El futbol es de todos y meritocrático. El comportamiento de estos clubes socava el derecho de los más débiles, ya le he compartido mi postura a los jugadores y a la directiva para saber si cuento con su aprobación", expresó De Zerbi.
'Si están quebrados, me importa un rábano'
El presidente de la recién creada Superliga, Florentino Pérez, expuso que este concepto surge por la profunda crisis económica que los equipos más poderosos del mundo enfrentan, con pérdidas de 5 mil millones de euros entre sus 12 integrantes, pero eso le importa "un rábano" a De Zerbi.
"Este año empezamos soñando con ir a Europa y todavía soñamos, quizá seamos estúpidos, pero lo soñamos. Me da igual si estos equipos fundadores están endeudados, están gestionados por potentes y prepotentes, pero no debemos pagar por ellos los pequeños clubes que hacemos las cosas bien", refirió el DT que tiene al Sassuolo en octavo lugar.
'¿Negarías al hijo de un obrero ser médico?'
Una de las últimas reflexiones de De Zerbi sobre la nueva Superliga parece tener un gran trasfondo y es compartida por decenas de clubes europeos que ven este proyecto como algo "codicioso y benéfico solo para los grandes" del futbol.
"A los clubes chicos se les impide abrirse camino. Es como si el hijo de un trabajador no pudiera soñar con ser médico o abogado. Es como si dijeran: 'La pelota es mía. Voy a jugar y te la quito'. Estoy furioso", aseveró.