Los adelantos tecnológicos de ‘ciencia ficción’ en Tokio 64 que siguen vigentes

Los alcances tecnológicos que se lograron en el país asiático maravillaron al mundo y evolucionaron algunas disciplinas.

Los adelantos que siguen vigentes en Tokio 2020.

Japón ha destacado por ser uno de los países más avanzados en cuestiones de tecnología, y cuando se trata de ponerse ante la mirada del mundo no se quedan atrás, como sucedió desde los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

Dicha competencia marcó un parteaguas debido a los avances tecnológicos que se alcanzaron en ese momento y que hoy se mantienen vigentes; incluso, reportes de aquella época hacen referencia a la justa como los Juegos de "ciencia ficción".

Los Juegos Olímpicos celebrados en Asia tuvieron como carta de presentación el ser los primeros en transmitirse por televisión a Norteamérica y Europa, gracias a que meses antes la NASA y el gobierno nipón pusieron en órbita un satélite que les permitió proyectar las competencias en tiempo real, logrando un hecho histórico. A ello, se sumó la repetición en cámara lenta y el uso de micrófonos de captación cercana para la TV.

Incluso esa edición llegó a conocerse como los “Olímpicos TV”. En Estados Unidos la cadena NBC fue la encargada de transmitir los JJ.OO. de 1964 tras pagar 1.5 millones de dólares a los organizadores; sin embargo, la cobertura por TV fue limitada pese al gran avance tecnológico, así que la cadena tuvo que complementar los programas que tenía en vivo con algunos eventos grabados.

La cadena pública japonesa NHK fue la encargada de transmitir en su país los Juegos Olímpicos de 1964 a color, teniendo un gran éxito, ya que se pudieron proyectar grandes hazañas deportivas.

EVOLUCIÓN EN SALTO CON GARROCHA

Los avances tecnológicos también se hicieron sentir dentro de las competencias, como sucedió en la disciplina de salto con garrocha. La primera vez que se incluyó dicha actividad en unos Juegos Olímpicos fue en Atenas 1896, donde los materiales que se utilizaban para la elaboración de la pértiga eran de madera o bambú, hasta que en 1940 se cambió al metal.

Sin embargo, Tokio 1964 representó un importante avance porque se dio paso a las pértigas de fibra de vidrio, gracias a una técnica espacial desarrollada por la NASA. Las garrochas pasaron a ser más flexibles. Para darnos una idea de la trascendencia que tuvieron, hay que remontarnos a los Juegos de Roma 1960, donde el estadounidense Don Bragg se llevó la medalla de oro imponiendo un récord olímpico con un salto de 4.70 metros; cuatro años después, su compatriota Fred Hansen hizo lo propio al alcanzar una altura de 5.10 metros con el nuevo material.

UNOS JUEGOS OLÍMPICOS TOTALMENTE ELECTRÓNICOS

Tokio 1964 sirvió para que la marca de relojes japonesa Seiko se estrenara como patrocinador oficial de los Juegos Olímpicos, algo que a la postre fue trascendental. La empresa logró vincular el pistolazo de salida de las competencias con lo que en ese momento llamarían "cronómetro"; y no solo eso, sino que lograron implementar el cronómetro de impresión (Photo Finish).

Ello sirvió para que una vez que los atletas llegaran a la meta, una cámara de hendidura retratara el momento exacto del final, que con el paso de los minutos se convertía en una imagen y se podía conocer a detalle al vencedor de la competencia. Un paso enorme en los Juegos Olímpicos.

Además, la marca de relojes OMEGA ayudó con el cronometraje electrónico, ya que por medio del "Omegascope", se introdujo el concepto de tiempo real en la televisión, debido a que sobreimprimía números en la pantalla, que eran los resultados de las competencias a los espectadores. Gracias a ello se pudo llevar un mejor control estadístico de los Juegos Olímpicos, evento que en Tokio 64 tendrá innumerables avances también, pero que al mismo tiempo se sigue beneficiando del desarrollo de otras tecnologías hace 57 años.

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