Alejandra Orozco, del fracaso a ser doble medallista olímpica por México

La atleta tapatía ya había ganado Plata en junto a Paola Espinosa en Londres 2012 y ahora logró el Bronce junto a Gaby Agúndez en Tokio 2020.

Quiere revertir su ciclo y seguir como empezó. (Imago 7)

Con apenas 15 años de edad, Alejandra Orozco se vistió de gloria al obtener la medalla de Plata en Londres 2012 junto a Paola Espinosa en la Plataforma de 10mts sincronizado femenil y ahora, en Tokio 2020, volvió a tocar el cielo con su segundo metal en Olímpicos junto a Gaby Agúndez, en la misma prueba.  

Cuatro años después de no acceder a las finales en Río 2016, Orozco fue por su revancha a Japón y ahí logró el Bronce, lo cual reivindica la disciplina de clavados como una de las más exitosas para México, ya con 15 metales logrados (1 Oro, 7 platas y 7 Bronces). 

El duro revés en Río

Orozco reconoce que llegar a Río con la presión de refrendar una medalla conseguida a tan corta edad cuatro años antes le jugó en contra, a pesar de que fue bronce en la Serie Mundial de Clavados del 2013 en Escocia y de que ganó el Oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014.

"Mi carrera lleva muchos años, son mis terceros Juegos, mi historia ha sido al revés al comenzar en Londres con un buen resultado y caer en Río. He tenido buenos y malos momentos, pero llego a este ciclo con herramientas para no tirar la toalla y seguir adelante para cumplir el objetivo".

Encontró una gran dupla con Gaby Agúndez

Orozco hacía pareja con Paola Espinosa, pero el embarazo de esta clavadista hizo que Alejandra tuviera que buscar una nueva compañera. Ahí apareció Gabriela Agúndez, con la que trabaja desde hace cuatro años.

Curiosamente, ahora Orozco es quien lleva de la mano a Agúndez, pues esta participa en sus primeros Olímpicos.

“Sabíamos que habían muchos escalones que teníamos que subir poco a poco. Cada año se busca esa mancuerna y unir esas cosas dentro y fuera de la alberca; cada año estuvimos más cercanas, creyendo, estando más juntas. Llegamos a sufrir en el camino algunas dificultades de las que ella me tuvo que levantar y yo decirle a ella que debería seguir adelante".

Competir sin público, arma de doble filo

La pandemia provocó que Tokio 2020 sea la primera gran competencia deportiva sin público en su totalidad, pues incluso este Verano la Copa América tuvo un porcentaje mínimo de aficionados, mientras que la Eurocopa tuvo mucho más butacas ocupadas.

"En los Juegos Olímpicos el público es lo que más impone. Es un arma de doble filo, te puede motivar o ponerte nervioso. Al final las personas siempre te darán esa energía dentro o fuera de la alberca. Será distinto, pero el hecho de estar ahí y saber que estamos saliendo adelante como país y mundo de esta pandemia, lo valoro mucho", manifestó.

Eso sí, los clavadistas como la propia Alejandra ya sabían lo que es competir en el Tokyo Aquatics Centre, pues en la reciente Copa del Mundo de FINA estrenaron las instalaciones en las que la tapatía pudo ver tribunas vacías.

"Nosotros ya lo vivimos en la Copa del Mundo, una instalación tan bonita y con tantas gradas vacías; ya nos dimos una idea de lo que será no tener público. Es entendible y respetable, es un gran reto para ellos y una gran planificación", señaló.

Alejandra Orozco también competirá en individual desde la Plataforma de 10 mts buscando su primer metal olímpico sin acompañante.


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