¡Cántale Jimmy! La pasión escondida de Jaime Lozano, DT del Tri que busca medalla en Tokio

El entrenador de la Selección Olímpica que este martes juega las Semifinales ante Brasil, bien pudo dedicarse al canto, aunque prefirió ‘romper focos’ y entrar al mundo del futbol.

Lozano tuvo su faceta de cantor. Foto: Mexsport

No todo ha sido balón y banca para Jaime Lozano, el entrenador que busca darle a México su segunda medalla olímpica en futbol y quien tiene una aptitud desconocida: el canto, en sintonía con el perfil artístico de sus padres, ambos actores.

El Jimmy pudo ser cantante, pues incluso llegó a estar en el Coro Nacional de México, el cual tuvo que dejar para jugar futbol, según relató a Mediotiempo el padre del director técnico, Jaime Lozano Aguilar.

“Él tiene muy buena voz, entró al coro de México, al nacional, cantando; salía de la escuela, se iba a entrenar y de entrenar se iba al coro y llegaba tarde, porque te hacen examen de voz, cantaba muy bien y se quedó”, contó.

“Cantó en Bellas Artes, no recuerdo cómo se llama la pieza, era de Bach, y un día le dijo el maestro, ‘el futbol o el coro’, y lo mandó al carajo y le dijo ‘el futbol’ y dejó el coro”.

JIMMY PARTICIPÓ EN EL CORO

Conocido porque como futbolista popularizó una camiseta con la leyenda “Hecho en C.U.”, Lozano empezó su formación como futbolista en el América. Hijo también de la actriz Ana Bertha Espín, esos días combinaba el futbol con el coro, aunque solo no por mucho tiempo.

“Había colas para hacer casting para entrar al coro, y él se formó, le gustó, su mamá y yo lo llevábamos y era una chinga, estar esperando que saliera, recogerlo del futbol, sábado y domingos jugaba, en la semana había que llevarlo al América, después a Pumas”, dijo Lozano.


“Ha de haber durado como un año o año y medio porque llegaba ya empezada la hora, no le alcanzaba y tenía que entrenar y después de entrenar se venía vestido de americanista y llegaba a formarse a las clases a vocalizar. Era un tenorcito”.

Lozano Aguilar recordó que su hijo futbolista, y ahora entrenador, era tenor. Aunque no era solista, sí ejercía el rol de una de las primeras voces, tal como sucede ahora, cuando es el líder de la Selección Mexicana que este martes a las 3:00 enfrentará a Brasil en la Semifinal del torneo varonil de futbol de Tokio 2020, cuando un triunfo los llevará al partido por el oro o la plata, mientras que una derrota los pondría en el juego por la de bronce, ante el perdedor de la otra Semifinal entre España y Japón, que también se juega este martes, aunque a las 6:00 horas del centro de México.

ROMPIENDO FOCOS LLEGÓ AL FUTBOL

Jaime Lozanosiempre mostró interés por el futbol, deporte que comenzó practicando en su casa a los 4 años, por lo que a los 5 buscó que fuera ingresado a una escuela, lo que logró hasta que rompió 3 focos en su casa.

“Yo vivo en una privada de 10 casas y Jaime es hijo único, se ponía a jugar con su balón a los 4 años. A los 5 me empezó a decir ‘papá, méteme a una escuela de futbol’. Yo estaba grabando dos novelas al mismo tiempo y le decía ‘sí hijo, te voy a llevar’, pero la mamá actriz y también actuaba, total…”, agregó.

“Jaime decía ‘si no me llevas mañana te rompo ese foco que está arriba’, porque había un foco muy alto, como a cuatro metros de altura, y no lo llevé y pum, con el balón y la pata, lo tronaba”.

Así fue como comenzó la historia futbolística del Jimmy, quien como futbolista jugó para Pumas, Tigres, Cruz Azul y Morelia, para luego formarse como entrenador y dirigir al Querétaro, del que pasó a la Selección Olímpica.

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