Eduardo Ávila encontró salvación en el judo y estar en Exatlón lo ayudó en Tokio

El judoca que participará en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 tuvo un paso por el reality show, que le ayudó en su preparación para la justa veraniega.

De la TV a Tokio.

Pensar en medallas en Paralímpicos de Tokio 2020 es voltear a ver a Eduardo Ávila, el atleta mejor conocido como Judoman, quien a pesar de haber vivido un difícil entrenamiento por la pandemia de covid-19, llega a la presente justa con una experiencia inolvidable que le dejó un gran aprendizaje para no rendirse en Japón.

En 2020, Ávila participó en Exatlón, el reality show de TV Azteca y en entrevista con Mediotiempo, Ávila destacó el beneficio que le trajo el haber competido en ese programa, donde demostró resistencia y disciplina.

"Aprendí a no rendirme, a luchar hasta el último momento, voy a luchar hasta el último momento por el triunfo", dijo respecto a lo que vivió en el reality, mientras que el 2020 había sido también complicado para estar al 100 practicando, ya que en lugar de hacerlo con 25 compañeros, sólo eran cinco y en un tiempo tuvo que hacer lo físico solo en su casa o en el gimnasio de un amigo”.


Sin embargo, no hay excusas y asegura "voy a dejar esfuerzo, sudor y sangre por llegar a la final, por una medalla de oro"; así es como Ávila está muy motivado, a pesar de que sabe los latinoamericanos tuvieron la desventaja de no poder prepararse mejor que otros atletas de diferentes países.

"Para entrar a España tuvimos que recibir ayuda de la Embajada de Azerbaiyán, llenando un papel de a qué veníamos y por cuánto tiempo veníamos. Estamos en ámbar (el semáforo de la pandemia), México es de alto riesgo desgraciadamente. Latinoamérica está en desventaja por eso", comentó.

Judoman, un multimedallista que el deporte lo sacó adelante

Ávila ha ganado el oro en Paralímpicos de Beijing 2008, bronce en Londres 2012 y de nuevo oro en Río 2016; en Parapanamericanos de Río de Janeiro 2007 también se llevó la presea dorada, lo mismo que en Toronto 2015; ahora, en la justa que se realizará en Tokio del 24 de agosto al 5 de septiembre busca que no sea la excepción.

Y aunque no logre una presea, Judoman se sentirá un triunfador, puesto que el deporte le ha dado muchos triunfos en su vida, lo sacó adelante después de una niñez muy dura, en la que no podía ni soltar la mano de su madre porque sufría fuertes caídas y años después ya como atleta, tuvo que luchar en contra de quienes criticaban que estuviera clasificado en paralímpicos señalando que su discapacidad no era muy notoria.

Eduardo tiene debilidad visual, por lo que está en la categoría B3, puesto que la B1 es para ciego total y B2 ciego parcial; Judoman lo deja muy en claro, la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA) es quien establece las reglas.

"Resultados oftalmológicos, a nivel internacional me comprueban y me aceptan, el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano. Existen clasificadores internacionales, no lo decide México ni yo, todo está hecho por computadora y estudios, el Eduardo que ves hoy es un Eduardo diferente al de hace 25, 30 años, un Eduardo que no podía caminar solo, que no podía soltar a su mamá, que se caía, que no podía jugar con otros niños, que se caía, que se pegaba, por eso no tuve una infancia bonita, a mí el deporte me salvó, el judo me rehabilitó", apuntó.


  • Jessika Méndez
  • jmendez@mediotiempo.com
  • Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales
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