Edgar González, el Pequeño Sultán que ‘premió’ Randy Jonhson al hacerse ‘gigante’

El pitcher nicolaíta recuerda su niñez en la que soñó con jugar con Sultanes y no sólo lo consiguió, llegó a Grandes Ligas y tuvo éxito como pitcher.

Édgar González aún guarda como recuerdo su credencial de Pequeño Sultán. (Foto: Sultanes/ Édgar González).

Nacido en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, en 1983, Édgar González comenzó su vida pegado a un guante y pelota de beisbol, una ‘adicción’ que por nada dejaría; fue así que comenzó una trayectoria profesional que tuvo como cimiento el ser un Pequeño Sultán, que con el paso del tiempo se convirtió en un ‘gigante’ de Grandes Ligas ‘premiado’ por una leyenda, Randy Jonhson.

González desde niño mostró su pasión por el rey de los deportes, su abuelo Rogelio ‘el Chango’ González había sido pelotero de los Fantasmas Grises, por lo que Édgar ya lo traía en la sangre, “desde los tres o cuatro años siempre andaba en los campos de beisbol, todo mocoso ahí andaba en la tierra”.

De pequeño comenzó ya en forma a practicar el beisbol en la Liga Pequeña Cuahtémoc, mientras que los fines de semana su tío José Luis Elizondo lo llevaba al Estadio Monterrey a ver a Sultanes, donde ya reconocía como ídolos a Remigio Díaz, Arturo González, Héctor Heredia, entre otros.

Como todo niño, Édgar hacía sus travesuras, pero consciente que si se portaba mal, lo castigarían con lo que más le dolía: no ir a sus prácticas; finalmente, a los 10 años esa constancia desde muy chico le dio gratos resultados, pues fue seleccionado para ser un Pequeño Sultán.

“Las Ligas Pequeñas eligieron a los mejorcitos de cada equipo, ahí fue donde fuimos a la escuelita de Pequeño Sultán, fui parte de Sultanes desde los 10 años; íbamos y nos daban clases, clínicas a esa edad en el estadio. Teníamos acceso a todo, convivíamos con jugadores, entrabamos gratis al estadio, teníamos premios”, recordó.

González era tercera base y pitcher, incluso presume haber sido un tremendo bat, cuarto o quinto en el orden; sin embargo, el destino lo llevó a dedicarse a la lomita, ya que el scout de la novena regia, Joel Serna, se lo aconsejó y tuvo razón, su futuro estaba en ser lanzador, no sólo porque medía 1.88 metros a los 16 años, también tiraba una recta de 88 millas y hasta el Rey Arturo González le vaticinó que iría a las mayores.

“Entré a la preparatoria a los 16 años y es cuando me firman los Sultanes y me venden directo a los Estados Unidos e hice mi carrera allá. Soñaba de niño con jugar algún día ahí, quería ser sultán; a los 16 años me dicen que firme, pero la idea es llegar a Grandes Ligas, la meta fue superior”, dijo González, quien al mes practicando con Waldo Velo, ya tiraba 94 millas, siendo 99 la velocidad máxima que registró.

EL DÍA QUE RANDY JONHSON LO ‘PREMIÓ’

Fue el 1 de junio del 2003 a la edad de 20 años que Édgar debutó en la Gran Carpa con los Diamantes de Arizona, abriendo el partido ante Padres de San Diego frente al lanzador Jake peavy en el Qualcomm Stadium; y antes de subir a la lomita de pitcheo, Randy Jonhson le dejó un mensaje al mexicano.

“En mi primer juego de Grandes Ligas se me acercó Randy Jonhson, yo sin saber nada de inglés, me puse nervioso, no sabía qué decir. Me decía que ahorita que voy a pitchar que me divierta, que no me ponga nervioso y que si ganaba, me tenía una sorpresa; me tocó abrir ese juego en San Diego, me tocó ganar, después resultó que la sorpresa era llevarme a las bañeras del equipo en pura ropa interior, dio un discurso ‘es la primera victoria del novato Edgar González, primer juego, excelente labor, vamos a felicitarlo’, en eso todo el equipo se acercó con cerveza fría y así me recibieron con baño de cerveza, estaba todo congelado, pero no me importó de tanta felicidad, un líder como Jonhson me dio esa sorpresa”, contó.

REGRESA A MÉXICO A CUMPLIR SU SUEÑO: JUGAR CON SULTANES

Tras permanecer en Estados Unidos 15 años, donde estuvo en las menores y pasó por las Grandes Ligas con Diamondbacks, Oakland, Rockies, Astros y Blue Jays, en 2015 vuelve a su país a cumplir el sueño que tuvo desde niño: jugar en Sultanes.

“Mi último año fue en 2014, tuve una operación grave en la espalda, como un año en recuperarme. Al año siguiente no consigo contrato por la operación, me daban la vuelta por la operación y Sultanes me dice ‘vente para acá, ya nos toca a nosotros; ya son cinco años completos con Sultanes”, indicó González, quien a sus 37 años aún siente que puede dar más, incluso puede presumir una recta de 93 millas.

  • Jessika Méndez
  • jmendez@mediotiempo.com
  • Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales
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