Columna de Apolo Valdés

De una ‘Sombra’ odiada, a un campeón con ‘cien almas’

Andrade “Cien” Almas consiguió el Campeonato de NXT apenas el pasado 18 de noviembre, el cual sumó a una lista de logros importantes a su carrera, en la que ha tenido que luchar contra viento y marea.

Comenzó su carrera como Brillante Jr. en 2003 y poco a poco tuvo que ir picando piedra para hacerse de un nombre en Gómez de Palacio y posteriormente en el CMLL. Sin embargo la tarea no fue nada fácil y tuvo no solo que luchar contra sus oponentes sino también contra el público.

Al tomar el nombre de La Sombra dentro del bando técnico comenzó a escalar poco a poco, consiguió el torneo de la Gran Alternativa 2007 al lado de Místico (Carístico), consiguió las máscaras de Olímpico y Felino, además se hizo del Campeonato Nacional de Tríos con Sagrado y Volador Jr., y el Campeonato de Parejas del CMLL junto al Depredador del Aire.

Precisamente este luchador definiría su futuro. Como rudo o técnico, Volador era uno de los consentidos de la afición y cuando rompió alianza con el Centinela del Espacio, las cosas no parecían que marcharían bien para La Sombra.

En el 80 Aniversario del CMLL, Volador y La Sombra se jugaron las máscaras, con una arena un poco decepcionada porque esperaban ver el duelo entre Último Guerrero y Atlantis, el cual no se realizó porque los dos jóvenes luchadores se quedaron con la victoria en una lucha de relevos increíbles suicidas.

Sin embargo al momento del encuentro, la mayoría de la afición apoyaba a Volador (quien en ese momento era rudo), pero fue La Sombra quien se quedó con la victoria y dio a conocer el rostro del Depredador del Aire. Algo que la gente nunca le perdonó.

Poco importó que en su palmarés tuviera el Campeonato Intercontinental IWGP (único mexicano en tener este cetro) y consiguiera varios torneos y cinturones más, tampoco que fuera un gran luchador, la gente no le perdonaba lo que le hizo a Volador.

Pero La Sombra no era el único técnico odiado, Rush y La Máscara sufrían el mismo destino (por haber derrotado a Terrible y Averno respectivamente), por lo que juntos decidieron crear los Ingobernables, un grupo sin bando y que estaba contra todos. Esto aumentó los abucheos, era algo que los Ingobernables supieron aprovechar, aunque poco a poco comenzaron a ganar adeptos.

Para el 82 Aniversario, La Sombra perdió la máscara ante Atlantis. En este punto algunos que habían criticado al Cadete lamentaron su caída. Pero lejos de afectar, comenzó una nueva etapa sin la incógnita.

Posteriormente llegó a NXT de WWE, bajo el nombre de Andrade “Cien” Almas, dando un gran paso para cualquier luchador, aunque con un personaje que le había faltado conectar con el público, quienes pese a no simpatizar con él, cada lucha le aplaudian y daban gritos de asombro.

Desgraciadamente los resultados no eran buenos. Perdía constantemente y mucha gente (incluida muchos aficionados mexicanos) empezaron a burlarse de esto, además que no manejaba bien inglés, no lo bajaban de perdedor, de ser un luchador de relleno y no le auguraban futuro en la empresa, incluso hablaban de un regreso a México pronto. Pero todo cambió.

Andrade comenzó a ganar, incluso venció a luchadores consentidos de la afición, como Jhonny Gargano y Roderick Strong. El momento cumbre llegó, se puso frente a frente ante el campeón de la marca Drew McIntyre, a quien venció para coronarse campeón de NXT.

Andrade cerró bocas y muchos de los detractores lo comenzaron a avalar, otros simplemente decidieron guardar silencio. De esta forma, el mexicano comenzó una nueva historia y dio un salto enorme en la empresa más grande de lucha libre del mundo. Aunque este título aún no le garantiza el éxito, sí es algo importante en su carrera y que podría catapultar más adelante.

El siguiente capítulo de la historia de La Sombra se está escribiendo y solo el tiempo sabrá decir hasta dónde llegará…

Sin nada más que decir me despido, nos leemos la siguiente caída…

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