¡Rudo de época! ¿Quién era el Cavernario?; suena en el himno del pancracio
El esteta chihuahuense fue parte de la época romántica de la lucha libre mexicana y mundial
La canción más tradicional, icónica y popular que hace referencia a la lucha libre mexicana (Los Luchadores), lo menciona en una de sus estrofas: “¡El Santo, El Cavernario, Blue Demon y El Bulldog!”, porque es, sin duda, y siempre apegados a los dichos de los románticos y expertos del tema, uno de los estetas que marcó un parteaguas en los entarimados.
Tipo malencarado, y que provocaba el temor entre sus oponentes y el público mismo, Rodolfo Galindo Ramírez, mejor conocido como El Cavernario Galindo, vio su primer amanecer el 27 de septiembre de 1923, en Chihuahua, Chihuahua, y desde muy pequeño tuvo que lidiar con la tragedia, pues la muerte lo rondó tras un desaguisado automovilístico en el que estuvo inmerso.
Y las huellas por aquel momento que merodeó la fatalidad, pues varios vidrios dañaron su rostro, al final marcaron la carrera de un luchador que se ayudó de aquel aspecto para ser el tormento de varios de su estirpe.
De hecho, y con tan solo 15 años a cuestas, probó por primera vez en los cuadriláteros portando el personaje de Ruddy Valentino.
Las enseñanzas para el fronterizo corrieron a cargo del Diablo Velasco, otro de los personajes más importantes de este deporte, y quien siempre se significó como un mentor de varias generaciones.
Pero fue luego de probar con ese nombre, que el llamado padre del pancracio nacional, Salvador Lutteroth, en una de sus funciones lo anunció precisamente como El Cavernario, personalidad que lo encumbraría en este deporte que es cultura en México.
El chaval delgado, y con pinta de niño, con el pasar de las manecillas y ataviado con el ejercicio como una forma de vida, se hizo de un físico envidiable, y pudo dar el salto para enfrentar a rivales de abolengo en el circuito.
Fue entonces el nacimiento del rudazo más despiadado, uno que combinaba un estilo agresivo y encarnizado, siempre ondeando la bandera de una figura recia como parte de su naturaleza luchística.
Otro distintivo era su voz, bastante ronca, por el golpe que recibió en una de tantas batallas que protagonizó con Gory Guerrero, un distintivo muy de él, y que a la fecha usan los gladiadores del tipo para provocar escozor en los oponentes.
A LA CATEDRAL
Su llegada al corazón de la capital, el sitio de las grandes compañías del segmento, en modo esteta, se dio el 9 de abril de 1944, todavía con el nombre de Ruddy El Chacal de Tacubaya, derrotando a César Sando padre.
Y lo que siguió para aumentar sus líneas fue el remojo en la Arena México, mismo que validó el 10 de diciembre de 1948 ante Enrique Llanes, en una lucha que será recordada por la emotividad de la misma.
De hecho, en aquella lista de contrincantes clásicos estuvieron, además de Llanes, Black Shadow, Wolf Ruvinskis y Gory; siempre enfrentó a los gladiadores de moda, con los que incluso llegó a perder la cabellera: El Santo, Blue Demon, Halcón Negro, El Espanto y Karloff Lagarde.
MARCADO POR FIERO
Galindo Ramírez, durante su larga trayectoria en los ensogados, contabilizó 17 lesiones fuertes; luchó hasta la década de los 90 y murió el 19 de julio de 1999, en su casa en Xochimilco, a los 75 años, por cáncer de pulmón, pues siempre gustó del cigarrillo.
¿CÓMO SE APLICA LA CAVERNARIA?
Creó su propia llave, llamada La Cavernaria, que solía ser la que aplicaba para terminar con los enemigos.
Este castigo consiste en colocar los pies del adversario en las coyunturas de las rodillas, tomarlo con ambas manos del mentón y jalarlo con fuerza hacia atrás, a manera de arco.
Un título se calzó a la cintura, el Nacional de Peso Semipesado, que le ganó al Tarzán López.