¡Felices 66! Historia de La Arena México

Este recinto dedicado principalmente a la lucha libre ha visto desfilar a los mejores gladiadores del mundo.

La Arena México, un sitio icónico de la CDMX y el país / Imago 7

El Santo, Blue Demon, El Cavernario, Gory Guerrero, El Perro Aguayo, Tinieblas, André El Gigante, Mil Máscaras, Canek, Dos Caras, Blue Panther, sólo por mencionar algunos de la vieja guardia, esa camada que agrupa a los personajes románticos del pancracio, fueron la piedra angular y quienes le dieron vida al recinto por excelencia cuando se habla de lucha libre de este lado.

Son 66 años, y los que le faltan, para un escenario icónico en la capital: la Arena México, que ha sido testigo de momentos inolvidables, sobre todo en este nicho, porque aun cuando se disputaron peleas de boxeo, el deporte de los costalazos es el que le ha dado realce en más de seis décadas.

Del suelo azteca para el mundo, pues además este recinto es tradicional y una visita obligada para quienes vienen de otras latitudes.

El 27 de abril de 1956 abrió sus puertas, con un combate entre El Manotas y Enrique Vera, ante el Enmascarado de Plata y el Médico Asesino, y de ahí para adelante, pues, aunque se vio fracturada con los poderosos sismos que azotaron a la gran nación azteca en este lapso (1985 y 2017), se mantiene estoica, rebosante y respirando ese toque añejo que los protagonistas le imprimieron a lo largo del tiempo.

Incluso, en los Juegos Olímpicos de México 68 albergó algunas disciplinas, de ahí que su alcurnia es todavía más grande, porque fue parte de una de las grandes fiestas deportivas del planeta.

LE DIO MÁS VIDA

Don Salvador Lutteroth González fue el iniciador y fundador de La Catedral, una que, por cierto, como se debe, festejará su cumpleaños este viernes, con una gran cartelera dispuesta por el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), en la que Místico, Templario y Titán buscarán convertirse en Campeón Universal, pues se completa la gran Final.

La Arena Modelo fue su nombre de raíz, recién construida entre 1910 y 1920, y era un sitio de usos múltiples, aunque en 1930 se vino el abandono, y fue entonces que se apareció el llamado Padre de la Lucha Libre en México, organizando algunas veladas, para luego darle esa tonalidad y forma que ahora luce, porque empezando desde los cimientos y derribando el inmueble anterior, se abrió paso a este nuevo escenario luchístico y universal.

Y, aunque en sus amaneceres tuvo que lidiar con los obstáculos que le pusieron las autoridades capitalinas durante su construcción, porque lo veían como un fuerte competidor del Auditorio Nacional, éste pudo salir airoso y mantenerse hasta la actualidad.

De hecho, el padrino en su estreno y encargado de cortar el listón, fue el peleador Felipe Firpo; un día después, Mario Moreno “Cantinflas” tomó la misma etiqueta para la primera cita boxística.

Felices 66, Arena México, seguramente lo mejor está por venir.

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