Atlantis Jr.: ‘segundas partes sí son buenas’-VIDEO
El heredero del Ídolo de los Niños, luego de probar en el futbol con Cruz Azul, prefirió seguir su legado en la lucha libre.
Seguir los pasos de un consagrado y batallar con las voces críticas de los expertos, o con las comparaciones de los románticos, fue la interrogante; y es que aquello de ser Junior, por supuesto tiene sus contrapartes.
Las puertas pueden aligerarse y los caminos no ser tan llanos, pero también está la otra cara, la de los sonidos insistentes de que ‘no le llegas ni a los talones’.
Y en ese debatir de hacer la lucha, Atlantis Jr., después de probar en el futbol, se inclinó por seguir la tradición, el arraigo.
El chaval lo llevaba en las venas y desde pequeño pudo palpar que el pancracio le era llenadero, de ahí que la decisión final apuntó al ensogado y con la tapa de su viejo para alargar la leyenda.
“La verdad mi papá ha tenido una excelente carrera como luchador profesional, muy bonita, con muchos triunfos, con muchos retos y gracias a su disciplina y profesionalismo ha logrado salir avante, y yo desde muy chiquito, desde la primera vez que pisé la Arena México, me enamoré de la lucha libre, mi padre me trajo a los dos años y quería que me llevara al ring importante, después me di cuenta que era Atlantis, que era una figura y la verdad es que este deporte es diferente a todos y me enamoré desde el primer día.
“Después de diez años de practicar, mi papá me da la oportunidad de poder debutar; me costó, porque tenía que estudiar y mis horarios eran muy juntos, pero agradezco la oportunidad de darme una carrera académica y mi estreno pudo darse en una empresa tan importante como New Japan Pro-Wrestling (NJPW), cuando supe que era el momento”, dice en entrevista con mediotiempo (Sin Máscaras).
La Catedral impone, es el templo, el sitio de graduación de quienes deciden ser parte del mundo de los lances y las llaves, por eso para los protagonistas es inspirador el palpar la magia y el misticismo de este lugar.
Y respecto a la pesada losa de cargar el legado como el llamado heredero de la atlantida, acepta que igual ha sido difícil.
“Veníamos a entrenar dos veces al día, sabía que sería un camino complicado, pero quería dedicarme a esto, quería ser luchador profesional, a pesar de las comparaciones.
“Obviamente al principio me ponía nervioso, subía trabado, pero me ayudó que mi padre dejó de presentarse durante algún tiempo y m puse el chip de enfocarme solamente en el personaje de Atlantis Jr; a partir de eso pude soltarme, incluso la gente me lo dice, que se ve que lo disfruto más, porque me enfoqué en lo mío, en mi carrera. Ahora toda la gente que me tira, me hace muy feliz, porque están hablando de mí y me hacen sacar la casta”.
DE CORAZÓN CELESTE
Antes de sus pininos en los costalazos, decidió probar en el futbol, con miras al profesionalismo y por los rumbos de La Noria, aunque al final se decantó por seguir la tradición familiar.
“Mi corazón es azul”, dice sin más, de entrada; “desde niño los deportes que me apasionaron fueron la lucha libre y el futbol, jugaba en la escuela soccer, futbol 7, pero un día le dije a mi papá que quería ir más allá, llego a Cruz Azul, hago unas pruebas, gracias a Dios me quedo y pues desde ahí me enamoré del equipo, la verdad es que a ese nivel lo ves diferente, es muy bonito.
“Hubo algunas complicaciones y preferí seguir los pasos de mi jefe en esto; en La Máquina jugaba de defensa central, ya si un delantero me pasaba, le tiraba una patada voladora para detenerlo”.
Finalmente comparte, y porque fue una condición o pedido para poder enfundarse la máscara de Atlantis, que a la par de ser un atleta de alto rendimiento, es licenciado en arte y animación digital.