Coyote, el luchador que personifica la venganza de su abuela: ‘Odiaba a estos animales’

El gladiador tamaulipeco cuenta en entrevista con Sin Máscaras que estos mamíferos eran el dolor de cabeza para sus viejos, "pues se comían las gallinas del rancho".

El Coyote, El Rudo Más Peludo | Tonatiug Guerra

Coyote, un animal que suele ser feroz, pero además escurridizo, porque apenas se deja ver, para el luchador que lo personifica arriba de un cuadrilátero, se convirtió en un mamífero que era recurrente en las charlas con los suyos.

Y es que los viejos de este gladiador, según cuenta en entrevista con Sin Máscaras, siempre la padecieron con este animal que siempre gustó de comerse las gallinas del rancho.

El Coyote, siempre luchador: ‘Dormí afuera del Metro y pasé hambre por cumplir mis sueños’

Entonces, a partir de los sinsabores, se convirtió en el peor enemigo de quienes le enseñaron todas esas tareas de la casa, pues sus abuelos siempre se dedicaron a estos menesteres.

“En mi pueblo (Villa Mainero, Tamaulipas), como mis abuelos tenían muchos animalitos, cuando tenía unos ocho años era muy travieso, y me fui con mi resortera a tirarles piedras a los pajaritos, y de pronto me fui por una vereda en el monte para ver si me encontraba a un conejo, y había escuchado de los coyotes, porque en las tardes los escuchaba aullar y les preguntaba a mis abuelos, ‘qué se escucha, quién aúlla, son los coyotes’, yo nunca había visto uno, porque no es muy común verlos, es muy raro, es más como en las noches.
“Mi abuela se enojaba mucho, porque los coyotes se comían las gallinas, hacía muchos corajes; escuché un sonido diferente, y cuando me di cuenta, el coyote estaba enfrente de mí, no lo podía creer, ese animal que le hacía pasar corajes a mi abuela, que lo escuchaba y de repente encontrármelo, de aquí a unos 10 metros, la verdad es que me quedé muy sorprendido, me miró muy fijamente, se detuvo a mirarme, nos miramos frente a frente y en ese momento de la travesura, le puse la piedra a la resortera, y le apunté a la mera cabeza; la venganza de mi abuela por comerle las gallinas, pero me miró tan fijamente, que en ese momento ya no supe qué hacer, me hipnotizó, parecía que me dijo que no lo lastimara y ese encuentro me marcó mucho, porque me empezaron a llamar mucho la atención los coyotes, me empezaron a gustar, porque es un animal muy astuto, y además se adapta a todos los ecosistemas, sus características, es muy sanguinario”.

Y detallando sobre su niñez, muy ligada a la vida campirana, acepta que, antes de que se decidiera a probar en la lucha libre, la pasó bastante bien de chavito

“Tuve una bonita infancia, no me quejo, me iba al río con mis amigos a nadar, a pescar, que las mojarras, me gustaba mucho andar en bicicleta por los caminos, me gustaba ir mucho con mi abuelo, porque tenía vacas, cerdos, chivos, burros, me gustaba mucho estar con mi abuelo para ordeñar a las vacas, para darles de comer a los animales, me encanta el rancho y lo disfruté mucho.
“Jugué futbol, basquetbol, voleibol, fui un niño muy inquieto, travieso, y creo que eso me ayudó a desempeñarme y a que me gustara el bando rudo”.

Sus primeros pasos en el pancracio

Coyote, El Rudo Peludo, lanza que, cuando empieza a descubrir el deporte de los costalazos, pudo no pasarla tan bien, aunque esas ganas de querer trascender y de cumplir sus sueños, le ayudaron a no desertar, porque además se motivaba con las estrellas que, incluso, después de su remojo, hasta pudo enfrentar.

“Fue muy difícil, mi primer gran profesor fue Mr. Lince, me llevó mi tío, y fue la primera vez que vi un gimnasio con ring, y escuchaba los golpes al fondo, me dijeron, 'están entrenando, de una vez súbete’, y la verdad estaba un poco nervioso, y me dieron la primera instrucción de correr, de echar maromas, a forcejear, a practicar la toma, y sí llegó un momento donde me mareé demasiado, estuve a punto de vomitar.
“Recuerdo que las paredes estaban llenas de posters, recuerdo que estaban Mil Máscaras, Los Villanos, Atlantis, Canek, Fishman, y en esos momentos, cuando ya me quería rajar, recuerdo que pensé que todos ellos habían pasado por lo mismo, y porqué yo no iba a aguantar, y a resistir el entrenamiento, y ese fue un momento clave para seguir y no rendirme, y al final terminé la práctica, al principio es fuerte, pero esos momentos me dieron la fortaleza de seguir.
“Veía las funciones de aquí del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), veía al Negro Casas, a Los Hermanos Dinamita, a Místico, a Dr. Wagner Jr., cuando estuvo aquí LA Park, estos luchadores me inspiraron, y ahora pude enfrentarlos, eran mis ídolos, algo muy satisfactorio poder enfrentarlos”.

Le gustó el bando malo

Para abrir boca, y en suelo regio, primero fue parte de la llamada legión científica, aunque luego, y cuando pudo palpar la esquina maligna, entendió que era a su medida, pero además pudo descubrir al Coyote como su nombre ni mandado a hacer.

“Empiezo a luchar en Monterrey como Antaris, de técnico; después, en una función falta un rudo, y me suben de rudo, me gustó mucho ese bando y hasta me felicitó el promotor, y cuando decido cambiar de bando, ya ahí fue donde llegó la idea de que me iba a poner El Coyote, quiero ser como un coyote, me puse a dibujar la máscara, el diseño es mío, llego en 2012 a la Ciudad de México, llegué solo, mi sueño era llegar a la Arena México, llego primero con el profesor Arkángel, paso a los entrenamientos con Tony Salazar, y ya en 2016 llega mi gran debut soñado”.

Finalmente, y siendo el orgullo de los suyos, ratifica que valió la pena todo lo que pudo pasar para llegar a su cometido de ser un esteta destacado, y que volvería a intentarlo si tuviera otra vida.

“Se sienten muy orgullosos de mí en mi familia, porque me reconocen que yo luché por todo esto, no me rendí, a pesar de las caídas, me levanté, seguí y están muy orgullosos de mí, y cada que voy me apapachan, me consienten; muchos familiares me saludan y me dicen que me vieron por la tele, la verdad se siente bonito que te saluden y te reconozcan”.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.

Sin Máscaras | El Coyote



NOTAS MÁS VISTAS