‘Empecé a entrenar por bajar de peso’; lo de Apocalipsis y la lucha fue amor del bueno

En sus primeros entrenamientos llegó a bajar hasta 15 kilos; cuenta en entrevista con Sin Máscaras que cuando empezó terminó con calentura.

Apocalipsis posa para la lente de mediotiempo | César Cerón

Los profesores de la vieja escuela, esos del rigor como bandera para trascender, fueron precisamente los que ayudaron a las grandes estrellas del pancracio a encumbrarse.

Formación genuina, auténtica, a partir de una disciplina permanente, y que, a más de uno, le pudo provocar un cansancio extremo que igual derivó en algunos o varios malestares.

Y precisamente de esa camada de estetas que se hicieron a la vieja usanza, está Apocalipsis, que ni siquiera en sus mejores sueños se le ocurrió dedicarse a esto.

Porque lo del rudazo, más bien fue el practicar para atacar su sobrepeso, aunque al final, el enamoramiento terminó por decantarlo para que se dedicara a la bendita lucha libre.

“Comencé la lucha no tanto porque me gustara, simplemente fue el hecho de hacer un poco de ejercicio para bajar un poco de peso, estaba jovencito, tenía sobrepeso y a una persona que entrenaba pesas le dije que me hiciera favor de llevarme al gimnasio y me llevó a los extintos Baños Florida en la calle de Luis Moya, y me llevó con mi primer profesor que se llamaba Benny Casteló, que en paz descanse, fue mi primer contacto con la lucha libre, empecé a entrenar y me gustó todo lo que iba aprendiendo, desarrollando y mira, aquí estamos”.

¿Cómo le fue en su primer entrenamiento?

Apocalipsis, quien perdiera la sagrada tapa a principios de año, cuenta que su primer acercamiento a un ring para aprender todo sobre los costalazos, terminó con una fiebre descomunal por el esfuerzo.

Incluso, y luego de completar las primeras semanas, enseguida notó los cambios en su figura, aunque ya para ese momento estaba totalmente cautivado con la actividad que había decidido adoptar con miras a mejorar su aspecto y salud.

“Una ocasión mi señor padre me llevó a la Arena San Juan, tendría como unos ocho años, pero que yo fuera aficionado, pues la verdad no, realmente el amor por la lucha se me fue pegando durante los entrenamientos, y yo me acuerdo que en aquellos años en esos baños iba a entrenar Javier Oro, en paz descanse, el señor Aníbal, y yo no sabía quiénes eran los compañeros, realmente no conocía mucho y ahora me doy cuenta a toda la gente que conocí durante mis inicios, gente muy exitosa y muy grande.

“Sí lo recuerdo, cómo voy a olvidar mi primer entrenamiento, eran profesores de aquellos de la vieja escuela que nos ponían a hacer condición física, lucha olímpica, me acuerdo que mi primer entrenamiento como eran baños estábamos en las regaderas con un calenturón después de mi entrenamiento; todos pensaron que ya no iba a regresar, pero sí regresé, ese fue mi primer entrenamiento y como en tres meses sí bajé unos 15 kilos, porque los entrenamientos realmente sí eran muy duros”.

Ésta es su vida…

Mi vida me agrada demasiado, me gusta muchísimo”, se sincera, de ahí que, aun cuando acepta que hubo momentos en que pudo flaquear, el cariño que siente por este nicho terminó por hacerlo retroceder y seguir firme en su evolución y crecimiento.

“Lo más difícil han sido las lesiones, mi primera lesión fue una doble fractura de la clavícula, me tuvieron que operar, tengo ocho clavos y una placa; de hecho, antes de entrar al quirófano uno de mis primos me dijo: ‘si esto no es lo tuyo, pues mejor déjalo, ya luchaste aquí, ya luchaste allá’, pero cuando salí dije: ‘qué más puede pasar, ya pasé lo más duro’, y sí he tenido muchas lesiones. Tuve una lesión en el metacarpio, lesión de ligamentos de ambas rodillas, recuerdo que todavía en una ocasión cuando Místico todavía luchaba como Astroboy aquí en la Arena México, tuvo una lesión que me provoqué luchando, trabajando, una distensión de ligamentos y me pusieron una férula durante tres semanas, las tres semanas más largas de mi vida, sí fue muy doloroso, pero la verdad es que creo que estamos preparados para esto, que nacimos para esto y por eso es que seguimos aquí.
“Sí hubo momentos en que dije, 'mejor ya estuvo', pero te pones a analizar y la realidad es que esto no lo podríamos dejar nunca, porque en algún momento lo pensé y lo intenté, y no lo hice, y ahora que pasó la pandemia, que no podíamos trabajar, me di cuenta que esto nunca lo vamos a dejar, porque aparte de que vivimos de esto, es nuestra vida, es un amor muy grande por la lucha libre, la verdad no quiero ni volver a pensar esa parte”.

Incluso, tiene las palabras que le diría al chavito pasado de tonelaje que empezó con esta práctica por querer tener una mejor apariencia y no sufrir con lo que provoca muchas veces la obesidad.

“Le diría que nunca tirara la toalla, que siempre le echara para adelante, de todo lo que me ha sucedido ahora tengo el concepto de muchas personas cuando empiezan a tener un entrenamiento de cualquier actividad física, de cualquier disciplina, cuando veo personas que son menospreciadas, me acuerdo de aquel niño, de aquel muchacho”.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.

Sin Máscaras | El Cholo



  • Rodrigo Mojica
NOTAS MÁS VISTAS