El 'secreto' que el Rudo Rivera guardó hasta la muerte 'de lo que pasó en Caborca'

Esa fue de las frases que identificó al fallecido narrador de lucha libre y de la que poco o nada se sabe sobre lo que en realidad pasó.

El Rudo Rivera (centro), un referente en la narración de la lucha libre | Imago7

La lucha libre está de luto tras la muerte de Arturo Rivera este miércoles, el hombre que fue voz oficial de AAA durante años y que con micrófono en mano nos regaló momentos y frases memorables, una de ellas guardando un "secreto" que hasta la tumba se llevó sobre la ciudad de Caborca.

A principios de los años 90 y buscando una alternativa a la lucha libre tradicional presentada en el Consejo Mundial, el también fallecido Antonio Peña fundó la AAA. Uno de los pilares de esa empresa fue el Rudo Rivera, quien durante años sería la voz emblemática que narró la primera TripleManía, la histórica lucha entre Parkas o el día que Intocable casi queda paralítico, por recordar algunos episodios.

Las frases más famosas del Rudo Rivera

Con un sazón inigualable, Rivera dejó para la posteridad frases como: "Los rudos, los rudos y el Atlante", que tuvo como fuente de inspiración una campana de basura y al padre del torero Manolo Mejía, quien devotamemte acudía a la Arena Coliseo para apoyar al bando mañoso al grito de "Los rudos, los rudos". Arturo le pidió permiso para usarla en televisión con algo de su cosecha, su amor azulgrana.

"Guácala de pollo" para referirse a los técnicos y "Le cayeron como aboneros en quincena" cuando aplicaban la ley del montonero a un luchador son otras de las frases legendarias de este singular narrador, quien hasta se dio el lujo de envolverse en un halo de misterio por una supuesta tragedia en el municipio de Caborca.

¿Qué pasó en Caborca en la lucha libre? La leyenda del Rudo Rivera

Si creciste viendo la AAA seguramente escuchaste a Arturo Rivera decir: "No vaya a pasar lo que pasó en Caborca", una frase tan misteriosa como ambigua porque el propio comentarista se encargó de evadir en repetidas ocasiones qué ocurrió realmente y el origen de su frase.

Lo primero que debes saber es que Caborca es un pueblo en Sonora, rodeado de mitos e historias sangrientas desde tiempos de la Revolución Mexicana, así como una versión extraoficial ligada a una tragedia en la lucha libre.

La leyenda cuenta que en 1992, un luchador de la AAA llamado Venom se presentó en esa tierra sonorense y sufrió una lesión en la pierna, pero la arena no contaba con atención médica y la ambulancia tardó dos horas en llegar al sitio. Para asombro de todos, se dice que la unidad de la Cruz Roja era solo una camioneta tipo Suburban pintada, sin equipo ni paramédicos, de ahí que no se quiera invocar lo que pasó en Caborca.

Las versiones lejanas del pancracio apuntan a que, en tiempos de la Revolución, las tropas de Pancho Villa se reunieron en Caborca para financiar la invasión a Columbus, EE.UU., pero todo terminó en tragedia porque, alcoholizados, surgieron diferencias que derivaron en la matanza de niños y mujeres, de ahí que se diga: "La fiesta no vaya a terminar en tragedia como pasó en Caborca".

Otra versión que encuentra mayor aceptación entre los lugareños señala que, en 1867, una gran inundación provocó que el rio que pasa cerca de la población cambiara su cauce, provocando que todo se inundara. Con muertos contados por cientos, los sobrevivientes se tuvieron que refugiar en poblaciones aledañas, por lo que el regente de la ciudad supuestamente convocó a todos los expobladores a formar de nuevo el pueblo en otra localidad cercana.


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