Se cumplen 8 años de la muerte del Hijo del Perro Aguayo

Este 21 de marzo se cumple otro año de la partida del Hijo del Perro Aguayo, quien falleciera a consecuencia de un golpe en una lucha.

El Perro Aguayo Junior murió un 21 de marzo de 2015. FOTO: Mexsport.

Un día triste en la historia de la lucha libre mexicana. Este día se cumplen ocho años de la muerte del Hijo del Perro Aguayo, quien falleciera de un paro cardiorrespiratorio tras un golpe en una lucha en Tijuana.

Nacido el 23 de julio de 1979 en Tala Jalisco, Pedro Aguayo Ramírez se convirtió en uno de los luchadores más relevantes de la historia de la lucha libre mexicana, más allá de ser el hijo de una leyenda como El Perro Aguayo. Con sus propios recursos luchísticos, El Hijo del Perro Aguayo se convirtió en uno de los referentes del pancracio nacional gracias a su estilo y carisma dentro del ring.

El Hijo del Perro Aguayo, la leyenda que lo conquistó todo en la lucha libre


¿Cómo fue la muerte del Hijo del Perro Aguayo?

La muerte sorprendió al Hijo del Perro Aguayo luego de participar en una lucha de parejas en Tijuana. Ahí hizo equipo con Manik, un luchador estadounidense. Ambos se enfrentaron a Rey Mysterio y Xtreme Tiger.

Todo transcurría con normalidad cuando Rey Mysterio aplicó al Perro unas tijeras afuera del ring; Aguayo se golpeó el cuello, pero subió al cuadrilátero para seguir. Ahí recibió una patadas que lo mandó a las cuerdas. Rey aplicó un 619, pero pasó por encima del Can.

Llegó el momento de confusión. Tiger y Rey terminaron la lucha rápido, mientras Konnan intentaba reanimar al Perro, quien se empezaba a desvanecer y a no reaccionar. Las asistencias llegaron y trasladaron al Can al hospital.

En la madrugada del 21 de marzo del 2015, a consecuencia del golpe en el cuello, sus signos vitales comenzaron a bajar, hasta que sufrió un paro cardiorrespiratorio. Al día siguiente, el cuerpo del Hijo del Perro Aguayo fue trasladado a Tala, Jalisco, donde fue sepultado.

Hoy se cumplen ocho años de aquel triste momento que dejó marcado no solo a la lucha libre, sino a todo el deporte mexicano, pues El Hijo del Perro Aguayo tenía ya un lugar ganado en el imaginario colectivo de la nación.

NOTAS MÁS VISTAS