La lucha libre le permite ser él; Bugambilia, un exótico de verdad

La bandera la ondea con orgullo, porque al final, su personalidad y ser están inmersos en esos colores, actualmente tan incluyentes en el mundo, casi en todas partes.

Y es que aún en tiempos en que, pareciera, el término discriminación es opuesto entre varios segmentos, pues lo que para unos es insultante, para otros es desmadre, este luchador comparte lo que fue para él abrirse camino en un deporte como la lucha libre, a partir de su personalidad.

Bugambilia, después de probar suerte con personajes más comunes al pancracio, decidió abrirse al mundo y mostrarse en otra faceta, con un resultado espectacular, hablando de que, para los más radicales, este deporte podría ser exclusivo para un solo grupo.

Pero como en todo relato, las líneas del comienzo son las que rubrican una historia con más sentido, pues éstas siempre tienen esas letras para entender el porqué de la misma.

“Desde chico me gustó todo este mundo, mi papá me llevaba a la lucha libre, entonces fui el típico niño de ver las máscaras, era un gran aficionado, me gustaba que me firmaran mi cuaderno, tomarme fotos, así fui creciendo y después jugar a luchar en la cama, con la sábana de capa, fue un sueño que siempre tuve, me aferré y lo logré.

“A toda mi familia siempre le ha gustado, entonces siempre hubo ese apoyo; obviamente yo empecé con máscara, ya después pasé al personaje de gay, y yo les dije a mis papás que yo quería ser así, porque así es mi estilo y mi persona y, aunque al principio no lo aceptaban, con el tiempo se fueron acomodando todas las cosas”.

Su hechura

Después de mostrarse con otros nombres (El Último y Súper Brazo Jr.), en ese tramo de dar el salto al que hoy porta, tuvo excelentes maestros que lo fueron perfeccionando para ser un esteta muy completo.

“Me empezó a entrenar una persona que ya falleció, de nombre Rubén, luchaba como Batman y Doctor Muerte; ya después entrené en la Arena Naucalpan con Cyborg, con Black Terry, después estuve en algunos entrenamientos con Negro Navarro, con El Dandy y cuando me voy a la Arena México me toca con Arturo Beristain El Hijo del Gladiador, con Arkángel de la Muerte, Último Guerrero, El Apache en AAA, Mr. Niebla, la verdad es que tengo muy buena escuela.

“Los Exóticos siempre han sido la cereza en el pastel, el morbo, lo chusco, aunque yo he tratado de ir cambiando, que vean que detrás hay un verdadero luchador, que le sabe a ras de lona, aéreo, golpear, que no sólo es subir a hacer un show; mi trabajo lo he ido recomendando yo, desde que he ido cambiando mi físico, mi personaje, mi persona, entonces gracias a Dios he pisado grandes empresas, he actuado en Estados Unidos, en toda la República, y la realidad es que siempre gocé de esta aceptación”.

El cambio…

Buga, muy sincero y abierto, como en toda la charla, cuenta que no se decidió a tomar su actual mote desde un principio porque “era muy tímido, me daba vergüenza, empecé con máscara como todo luchador, hasta que acompañé a unos de Los Brazos a una función y les hizo falta una mujer.

“Traía mi cabello pintado, mis aretes, mis percings y una persona me dijo que si quería ayudarle a representar a una mujer, porque tenía cara de gay, y entre mí dije: ‘pues le atinaste’, se me hizo fácil subir, y sucedió algo bastante chistoso, porque el personaje se adaptó a mí y yo me adapté a él, nos hicimos compatibles, y ya voy para 14 años con este nombre”.

¿Por qué Bugambilia?

El nombre del personaje fue por la obra de teatro Aventurera, por un travesti que salía en la puesta en escena.