La Infernal se hizo luchadora por el bullying que sufría de niña

Esposa de Villano III, comparte en entrevista con Sin Máscaras que, aun cuando su padre al principio no quería que fuera gladiadora, ahora es su fan número uno.

La Infernal, luchadora profesional

Historias conocidas, relatos como una calca. Y es que aun cuando pareciera que el bullying es un problema actual, la realidad es que siempre ha sucedido, pues esta manera de manejarse de los niños con otros chavitos, ha pasado en distintas épocas.

La Infernal, luchadora mazatleca, quien fue esposa de Villano III, como parte de estos capítulos, comenta en entrevista con Sin Máscaras que de chavita la padeció con la forma violenta de algunas compañeras, por lo que decidió intentar algo para hacerles frente a quienes la molestaban.

Difunto se lo debe a su madre: ‘Trabajaba entre semana y luchaba fines’

Lorena Velarde, el nombre de pila de esta esteta, lanza que, aun cuando en casa no querían que tuviera un comportamiento violento, al sentirse cansada de tener que lidiar con la mala onda de otros, fue que optó por practicar disciplinas de contacto, porque además siempre fue muy inquieta.

“Para mí fue muy chistoso conocer este mundo de la lucha libre, en mi casa no había violencia, con esto no estoy diciendo que sea un deporte violento, pero al final es un deporte de contacto; en la primaria yo sufrí mucho con el bullying, entonces, y a raíz de eso, busqué intentar aprender artes marciales, y conocí la lucha libre, todos esos deportes me empezaron a gustar, esa es la forma como me relaciono con la lucha, tenía como 14 o 15 años.
Me quitaban mi torta, mi dinero, me jalaban los cabellos, en mi colonia había una vecina que era la rica, y me echaba a sus perros, pero no sólo a mí, también a mis hermanos pequeños, era una forma horrible, y cuando estaba en la escuela era lo mismo, y por ejemplo en los deportes, basquetbol y voleibol, la niña más grande, a pesar de que yo era grande, me golpeaba, y yo no sabía qué hacer, porque mi papá decía que no debíamos pelear, y me enojaba con él, aunque veía lo que estaba viviendo, me decía que no me defendiera, no sabía que me hería con sus palabras, me volvió alguien cobarde, entonces decidí por mi voluntad defenderme”.

Del descrédito al apoyo incondicional

Y su padre, un personaje que siempre se manejó por el lado que creyó era el correcto, alejado de los problemas, y siempre respetuoso de los demás, pasó del descrédito a darle el espaldarazo a su pequeña, y ahora mismo disfruta de la actividad de su hija.

“Él no quería, pero cuando me vio luchar se fascinó de cómo me desenvolvía arriba del ring, y hasta el día de hoy a mi padre le fascinan las luchas, admira a sus nietos, al padre de mis hijos. Incluso, me dijo: ‘que bueno que no me hiciste caso’, y que me decidí a entrar a esta disciplina, porque era feliz viéndome arriba del cuadrilátero. Así era su forma de pensar, él era muy tranquilo, toda su familia, entonces tenía que ver con la tradición, de no ser agresivos.
“Antes de ser luchadora fui seleccionada de basquetbol, de voleibol, y estaba terminando mi preparatoria, aunque dejé la escuela para ser luchadora; siempre me gustó el deporte”.

Trabajó para entrar al pancracio

Con recursos limitados en casa, le tocó trabajar desde muy temprano, pues para poder practicar lo que había decidido adoptar como forma vida, requería de un desembolso para seguir aprendiendo.

“Desafortunadamente yo vengo de una familia muy humilde, entonces tuvieron que trabajar mis padres, no había esa atención, y era una niña hiperactiva, necesitaba estar en movimiento; entonces sola empecé a buscar actividades para estar activa, porque no podía estar sentada en una silla de un aula, prácticamente mis papás no estuvieron presentes, realmente fu nula la comunicación con ellos, aunque fue suficiente para abocarme a un buen camino, y no en otras cosas.
Trabajaba y hacía de todo para pagar mis entrenamientos, vendía pan, preparaba palomitas y las vendía casa por casa, tenía que pagar todas mis clases”.

‘Faltó una luchadora’

Después de perfeccionar su lucha y encontrar un estilo, La Infernal, con poco tiempo practicando, tuvo su estreno en el pancracio y, aunque no fue el mejor, entonces comenzó su andar en este mundo de los costalazos.

“El día que debuté fue porque faltó una luchadora, entonces el promotor me dijo, ‘ya estás lista para subir al ring’, aunque yo no me sentía tan preparada. Recuerdo que pasaba mucho tiempo para que un luchador debutara, pero a mí el promotor me dio la oportunidad muy rápido, porque me vio cualidades. No fue un gran estreno, pero reforcé que tenía seguir entrenando”.
“Siempre fui La Infernal, el promotor sabía que me gustaban mucho Los Infernales, me gustaba mucho el Pirata Morgan, entonces se le ocurrió ponerme ese nombre, es el mismo que he portado siempre”.

‘Compañeros retrogradas’

Mientras, revela que le tocaron tiempos complicados en lo que se refiere a la aceptación de las mujeres para ser parte de este nicho, pues el machismo era una constante, aunque tuvo el talento y talante para salir a flote y confrontar a quienes le decían que ellas no eran bienvenidas.

“A mí me tocó esa parte de que muchos compañeros tenían algunas ideas retrogradas, eran machistas, misóginos, y tuve que enfrentarme a ellos, tuve que sacar un carácter que no tenía para poner un hasta aquí; hacían cosas que nos lastimaban a las luchadoras, de entrar a los vestidores, nos atoraban las zapatillas, nos metían plátanos, nos sacaban la ropa, tenían un comportamiento inadecuado. Hoy ya se dividen los vestidores, pero en provincia compartíamos. Agarré ese carácter, porque, o te defendías, o te ‘morías’. Hoy en día los compañeros han cambiado su actitud.
“Demostrarme a mí misma que fuera de mí no podía detenerme a mis sueños; lo que empezó para aprender a defenderme se convirtió en mi sueño, y en lo que siempre quise ser; arriba del cuadrilátero soy la Lorena que siempre quiso”.

¿Qué es Sin Máscaras?

Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.

Sin Máscaras | La Infernal



  • Rodrigo Mojica
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