El martinete de Pierroth a Latin Lover que casi lo mata, pero Héctor Garza lo salvó
Fue el Sex Symbol de la lucha libre por muchísimos años, pero una llave mal aplicada en una función en Estados Unidos casi le cuesta la vida a Latin Lover.
La vida de un luchador puede cambiar -o terminarse- en cualquier momento arriba del ring por una llave mal aplicada y eso estuvo cerca de sucederle a Latin Lover, uno de los símbolos de la lucha libre mexicana, que en una función en Estados Unidos tuvo que ser llevado de emergencia a un hospital a causa de un martinete.
"En Boston, en una función de la entonces WWF, Pierroth me hizo un martinete. Originalmente me iba a hacer un Powerbomb, pero yo quise enredarlo como en Huracarrana y él se sentó en mi cuello. Me llevaron al hospital inconsciente, conmigo iba mi compadre Héctor Garza, que en paz descanse", afirmó el luchador al canal de Más Lucha TV.
Lo que puso en peligro la vida del Sex Symbol de los cuadriláteros era un posible derrame cerebral, pero a su lado siempre estuvo el difunto Héctor Garza para impedirlo siguiendo las instrucciones del médico.
"El doctor dijo: 'Ya no puedes luchar'. Después de una lesión así llega la inflamación, el doctor me dijo: 'No te puedes dormir en 24 horas porque puedes tener un derrame cerebral' y Héctor Garza le dijo al médico que él se encargaba de que yo no cerrara los ojos, él me cuidó todo el viaje", contó.
"Recuerdo que viajamos como 16 horas para tomar un vuelo a México, en el autobús él me decía: 'Compadre, no te duermas' y así me mantuvo despierto todo el tiempo que el doctor indicó, me evitó un posible derrame cerebral".
'Si no me fui a WWE fue porque no quise'
En una época en la que múltiples luchadores mexicanos probaron suerte en la entonces WWF (hoy WWE), como el propio Garza, Rey Mysterio y L.A. Park, Víctor Manuel Reséndez le fue fiel a la AAA e incluso señaló a uno de los culpables de que su carrera no ascendiera tan rápidamente.
"No triunfé porque no quise hacerlo, cuando la mayoría de los luchadores se fueron a mí también me dieron contrato, pero estaba recién casado y tenía dos hijos. Siempre fue muy hogareño y aunque mi compadre, Héctor Garza, me insistió, yo no quise irme", relató.
"Cuando yo inicié en la lucha había mucho celo, había una persona en particular que no me dejaba avanzar. Hablé con el Lic. Antonio Peña (fundador de AAA) y me dijo que no me fuera, me contó de ese luchador que no me dejaba crecer y que nunca me quiso en AAA, que él le decía: 'Si pones a Latin yo no lucho' y era el mismo que ahora quería llevarme a Estados Unidos", agregó, y si bien no quiso dar nombres, es sabido que el luchador que solía generar el contacto era Konnan.