'Fue un triunfo muy triste'; cuando Octagón le quitó la máscara a Huracán Ramírez

El Amo de los 8 Ángulos aprovechó una lesión para sacar la victoria, una situación que le duele porque desearía hubiera sido de otra forma. Ambos deseaban la tapa de Fuerza Guerrera en un triangular único y no pudieron con él.

Octagón y Fuerza Guerrera tienen una rivalidad de años. (Foto: Imago7)

Uno de los fenómenos más grades de popularidad que se ha dado en la lucha libre es el que se generó gracias a Octagón, un espectacular gladiador que escaló peldaños como pocos gracias a que logró combinar las artes marciales con el pancracio

El crecimiento del llamado Amo de los Ocho Ángulos fue tan vertiginoso  que solo un año y medio después de su aparición ya se encontraba en carteleras estelares, siendo un triangular de máscaras ante Huracán Ramírez II y Fuerza Guerrera la apuesta que lo asentaría entre los grandes. 

Y en torno a esa lucha realizada el 14 de diciembre de 1990, el jarocho tiene bien grabado todo lo que sucedió, pues no solo ganó una máscara histórica, sino que destapó a una persona con la que había logrado un gran entendimiento. "Fue un sentimiento agridulce", dijo Octagón. 


¿Cómo se dio la lucha?

Huracán Ramírez y Octagón se aliaron para hacerle la vida de cuadritos a Fuerza Guerrera, por lo que tras una fuerte rivalidad se citaron en un triangular para realizar una lucha de máscaras. 

Esa noche se realizó un volado en el cual se dictó que el Mosco de la Merced debía enfrentar primero al enmascarado azul en la lucha de una caída, la cual ganó. En la segunda le tocaría enfrentar a Octagón, a quien también venció, por lo que los dos perdedores se enfrentaron en mano a mano por sus máscaras.  

La lucha se alargó hasta la tercera caída, en donde Octagón aprovechó una lesión del Huracán Ramírez, quien se llamaría Oscar Sevilla, para lograr la victoria. Se llevó a casa una máscara que no quería. 


"Le puse la octagonina, yo desgraciadamente no me di cuenta que estaba lastimado, sino no le hubiera puesto esa llave. Un triunfo muy triste porque siempre los luchadores lo que queremos es no lastimarnos arriba del ring, y más Huracán Ramírez y yo, quienes lo que más queríamos era la máscara de Fuerza Guerrera", señaló.

"Esta máscara me catapultó al estrellato. Le tengo mucho cariño a esta máscara, pero a la vez mucha tristeza porque ningún luchador quiere lastimar a un compañero, como lo fue Huracán Ramírez. Yo pensé que podría estar en su lugar. Fue un triunfo muy triste, pero a lucha libre no tiene un guion y cada quien se tiene que defender", dijo.


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