El Perrito Aguayo murió porque estaba malo de las vértebras: L.A. Park

La tragedia ocurrida hace ocho años con El Hijo del Perro Aguayo se desencadenó porque tenía severos problemas en las vértebras, reveló el famoso LA Park.

L.A. Park compartió cuadrilátero con el Hijo del Perro Aguayo en varias ocasiones.

La lucha libre quedó en shock hace ocho años con la inesperada muerte del Hijo del Perro Aguayo en una función en Tijuana, donde tras recibir unas patadas de Rey Mysterio quedó inerte en el cuadrilátero. Lo ocurrido esa noche fue una consecuencia de daños graves a la salud del Perrito inherentes a ser un luchador, de acuerdo a L.A. Park.

Adolfo Tapia Ibarra, nombre verdadero de quien originalmente tuvo el personaje de La Parka -que luego llevaría Jesús Escoboza hasta su muerte-, aseguró que el Perrito Aguayo murió porque tenía severos problemas en las vértebras, algo que nunca se atendió porque los gladiadores no pueden darse el lujo de dejar de presentarse por lo mal pagado de la profesión.

"Todos los luchadores tenemos lesiones, hay algunos que resistimos más, pero a la larga nos hace daño. Ahí está lo que pasó con el Perrito Aguayo, él era joven y se murió por unas patadas, pero él ya estaba malo de las vértebras. A nosotros los doctores nos dicen que ya no podemos luchar, pero nosotros sabemos que si no luchamos, no tenemos con qué comer. Aprendes a vivir tomándote una pastilla para el dolor y a seguir luchando".

'A mí me pagaban con tortas de jamón en las arenas'

Poniendo en contexto lo mal pagada que es la lucha libre en México, L.A. Park reveló que aún hay lugares donde se les retribuye su presentación con una carne asada y cervezas, pero sin dinero. Incluso reveló que le han llegado a pagar una lucha con tortas de jamón, eso sí, con doble rebanada porque él es una estrella del pancracio.

"La lucha libre es mal pagada, nosotros no ganamos lo que el Canelo en una pelea que son millones, tampoco 100 mil ni 200 mil. Si te dijera el sueldo de un luchador estrella, que es un secreto profesional, te irías de boca. Yo he ido a luchar a ciudades en las que el promotor te dice: 'Me fue mal' y te paga con una carne asada y unas chelas en su casa", contó.
"Yo trabajaba en una arena chiquita aquí en el Estado (de México) que nos pagaba con una refresco y una torta, y si eras luchador estelar te ponía doble rebanada de jamón porque eras una estrella. Con eso te digo cómo está pagada la lucha libre".

O me compro auto o pago estudios de mis hijos: LA Park

Cabe señalar que Tapia Ibarra pasó -como prácticamente todos los luchadores- grandes carencias en su niñez y adolescencia, pero se aferró a su sueño de tal manera que llegó a dormir en arenas vacías y eso, hoy día, le permite llevar una mejor vida con los estudios pagados para sus hijos.

"Yo vivía en la Arena Apatlaco, ahí había un mercado y tenía un amigo luchador que tenía una carnicería. Él me regalaba dos bisteces y ordenaba que me dieran un chile, un tomate y una cebolla, así me aferré a mis sueños (...) Yo soy un luchador estrella y traigo un carro del 2002, si compro uno nuevo dejo de pagar los estudios de mis hijos. Da coraje porque arriesgamos la vida y no estamos bien pagados", afirmó.

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