Shocker recayó en las drogas; su mamá pide ayuda ante falta de recursos
Sanjuana Reyna ha escuchado comentarios que le piden dejar a Jair Soria a su suerte, pero es incapaz de hacerlo y sólo desea su recuperación.
Jair Soria, Shocker, sufrió una fuerte recaída en el consumo de drogas, por lo que se encuentra nuevamente internado en un centro de rehabilitación, situación que llevó a su madre, Sanjuana Reyna, a pedir ayuda para que logre una recuperación definitiva.
Shocker es adicto al cristal
La mama del gladiador hoy retirado detalló que fueron algunos problemas sentimentales los que lo empujaron al consumo de estupefacientes, pero después se sumó una fuerte lesión en la quijada, la cual no se ha querido operar por su alto costo.
En charla con Ventaneando, Sanjuana explicó que Jair ha buscado alejarse del problema e incluso señaló que recientemente se encontraba junto a él en un nuevo intento, pero no pudo controlar su deseo de consumir, lo que lo llevó de nuevo a la Ciudad de México, en donde el golpe fue más duro.
"Estaba muy bien, pero comenzó a desesperarse. Me dijeron que la gente que se droga con cristal a los tres meses tiene recaídas muy fuertes. Empezó con 'me voy, me voy' y se fue a México, ¿pero a qué se fue? A caer, pero peor".
¿Por qué no se operó la quijada?
Si bien a lo largo de su carrera ha sufrido con las lesiones, la que más le costó al 1000% guapo fue la que sufrió en la quijada por un golpe de Diamante Azul, sin poder operarla a pesar de que llegó a hacerse los estudios que necesitaba.
"La (quijada) tiene que poner toda nueva, y cuesta muchos miles de pesos, yo ni vendiendo la casa me alcanza, además donde me voy a meter".
Shocker necesita apoyo
La madre deseó que la gente cercana y fans le ayuden a Jair como sea posible, ya que es una situación que la agobia y que en toda su vida no le había tocado sufrir, pero de su lado seguirá apoyándolo a pesar de que hubo gente que le pidió dejarlo a su suerte.
"Sus compañeros podrían hacer luchas a beneficio. Si la gente me apoya que Dios lo bendiga. Desde niña no he sufrido tanto como ahora. Me da vergüenza pedir, porque siempre he trabajado, ¿pero qué hago?".