Aída Román busca que su legado viva con escuela de tiro con arco

Ya certificada como entrenadora por la KSL International Archery, la medallista olímpica platicó con Mediotiempo sus planes a futuro.

Dejar huella en la vida de otras personas quizá es un objetivo que no está en la mira de un arquero… siempre y cuando no se llame Aída Román.

La atleta olímpica abrirá una escuela de tiro con arco en la Ciudad de México porque ha entendido que la trascendencia en “su” deporte no consiste en ganar medallas por doquier, sino en generar talento de alto rendimiento año con año.

“Es una de mis metas a mediano-largo plazo, poner mi escuela. Ya hice un pedido a una fábrica: ‘Mándenme un chorro de arcos de iniciación, flechas, accesorios, todo’. Ahorita sigue todo en la aduana, estamos en espera”, indicó ilusionada.

Y aunque todavía no tiene una zona definida para establecer su escuela, Aída sabe que las instalaciones deben ser muy parecidas a las del Gimnasio Juan de la Barrera, lugar que la vio madurar como arquera.

“Este es un lugar perfecto porque es iniciación. Estás bajo techo, no se requiere que estés en el campo, que te estés asoleando. Aquí está padrísimo porque te enseñan cómo empezar con la técnica de liga, después te enseñan ya con el arco limpio y luego a ponerle más accesorios: la mira, el estabilizador, los estabilizadores laterales, los tampers que absorben la vibración”, expresó.

El primer objetivo de Román será que sus alumnos tengan alta tolerancia a la frustración, pues considera que en competencias internacionales se viven momentos muy estresantes y que solo podrán sortear a través de la paciencia, tal y como ella lo hizo en los Juegos Olímpicos de 2012.

“A veces tienes un día genial o un día de competencia fuiste el mejor, pero al día siguiente fuiste el peor y dices: ‘¿Qué pasó aquí, o sea, cómo, por qué?’.

“Muchas veces los deportistas caemos en que le echas la culpa a tu entrenador: ‘No, es que me dijo esto y pues ya la regué, ¿no?’ Quiero que mis alumnos se hagan responsables de sus propios actos, de sus propias decisiones”, puntualizó la mexicana.

“Para llegar a un podio te tuviste que haber caído muchas veces. En Londres 2012 el objetivo era la medalla por equipos. Nos llegó mucha tristeza, mucho coraje. No obtenerla me hirió, pero dije: ‘No, yo no me quiero ir con las manos vacías’ y son días que me llevaré a la tumba”, agregó.

La información que se tiene en México sobre el tiro con arco es mínima y una de las claves para que mejore la educación, según la medallista olímpica, es que los jóvenes se atrevan a realizar cosas nuevas con los materiales. Hoy en día no basta con leer los manuales o instructivos.

“No te enseñan a moverle, no te enseñan qué flechas son las que te corresponden (porque hay muchos calibres). Que te enseñen a hacer una cuerda, o a moverle al botón de presión, ¡que tú hagas tus propias flechas! En realidad así es como nosotros le hacemos, nos dan las varas, puntas, nox, las plumas y ¡ármalo todo!

“Nosotros ya tenemos la teoría y mucha práctica, pero muchas veces llegas a Selección Nacional y no le mueves a tu arco… ¡no sabes qué es moverle a tu arco! Eso es algo que a mí me encantaría enseñarles así de chiquitos, que no sean dependientes 100 por ciento del entrenador”, finalizó.

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