México se queda con la plata en Mundial de Tiro con Arco, tras caer ante Corea

Aída Román, Mariana Avitia y Alejandra Valencia no pudieron en la final ante la potencia del deporte.

México se queda con la plata en Mundial tras caer ante Corea
Aída Román, Mariana Avitia y Alejandra Valencia ahogaron su grito triunfal en el Zócalo. Las mexicanas no pudieron sorprender a Corea del Sur, que se confirmó como la gran potencia mundial en el Campeonato Mundial de Tiro con Arco al ganar la final femenil por equipos en la Ciudad de México.

La tercia mexicana cayó 2-6 frente a Chang Hye Jin, Kang Chae Young y Choi Misun, quienes pese a tener a la afición presente en su contra, lograron llevarse el oro y la ovación desde las gradas.

Chang Hye Jin llegó como doble monarca en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y número uno del planeta. Pero las nacionales no se achicaron, comenzaron con tiros precisos y un marcador favorable tras sus seis primeras flechas.

Román se encargaba de dar gritos de motivación a sus dos secuaces, su liderazgo salió a relucir ante el momento tenso de tener a su lado a las mejores arqueras del orbe y un público ilusionado por el oro.

Avitia, quien recién regresó al ruedo tras una pausa en su carrera, hizo gala de su buena puntería, esa que la llevó a ganar el bronce en Londres 2012, cuando se bañó en plata. Pero de a poco las coreanas se enracharon y sus flechas se tornaron letales.

Si Chang Hye Jin, llegaba a fallar, estaba Kang Chae Young para incrustar la flecha en el centro del blanco para mantener la ventaja, mismo caso de Choi Misun quien no falló en esa sincronía perfecta.

México no pudo mantener el ritmo de Corea del Sur y se diluyó de a poco, mientras que las asiáticas adquirían más y más confianza con cada flechazo.

El equipo nacional consiguió así su segunda presea en un torneo de esta índole al aire libre, luego de que en Turin 2011, Aída ganara el plata junto a Juan Rene Serrano en equipos mixtos.

La afición reconoció a sus atletas, entonó el "Cielito Lindo" a todo pulmón y aplaudió a las asiáticas. México se quedó nuevamente en la orilla, pero con la sensación de poder cosechar grandes éxitos a futuro, al mostrar su valía justo en el corazón del país.
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