¿Cuál ha sido el partido de tenis más largo de la historia?
John Isner y Nicolas Mahut protagonizaron el partido de tenis de mayor duración en 2010.
Ciudad de México /
Cuando John Isner juega es garantía de partidos maratónicos. Hace ocho años, el tenista estadounidense protagonizó el partido más largo de la historia del deporte blanco.
Isner enfrentó al francés Nicolas Mahut en la primera ronda de Wimbledon en 2010 y necesitó de tres días para llevarse la victoria por parciales de 6–4, 3–6, 6–7(7–9), 7–6(7–3), 70–68 . En total, fueron 11 horas y cinco minutos de juego, cuatro horas y 22 minutos más que el segundo encuentro de singles de mayor duración.
El partido se tuvo que jugar en tres días porque el tiempo de luz natural no alcanzaba para concluirlo. El desgaste de Isner fue tal que cayó en tres sets en la segunda ronda contra el holandés Thiemo de Bakker.
Dos años después, Isner protagonizó otro extenuante partido, ahora en segunda ronda de Roland Garros. En cinco horas y 41 minutos de juego, perdió 6–7(2–7), 6–4, 6–4, 3–6, 18–16 al francés Paul-Henri Mathieu.
Ahora, en la edición 2018 de Wimbledon, Isner jugó otro duelo agotador en la Semifinal ante el sudafricano Kevin Anderson, quien se llevó la victoria 7–6(8–6), 6–7(5–7), 6–7(9–11), 6–4, 26–24 en seis horas y 36 minutos. Se trata del tercer partido de singles más largo de todos los tiempos.
En Wimbledon no existe el tiebreak en el quinto set y, al tratarse de dos jugadores altos y buenos sacadores, el partido era propicio para alargarse.
Isner enfrentó al francés Nicolas Mahut en la primera ronda de Wimbledon en 2010 y necesitó de tres días para llevarse la victoria por parciales de 6–4, 3–6, 6–7(7–9), 7–6(7–3), 70–68 . En total, fueron 11 horas y cinco minutos de juego, cuatro horas y 22 minutos más que el segundo encuentro de singles de mayor duración.
El partido se tuvo que jugar en tres días porque el tiempo de luz natural no alcanzaba para concluirlo. El desgaste de Isner fue tal que cayó en tres sets en la segunda ronda contra el holandés Thiemo de Bakker.
Dos años después, Isner protagonizó otro extenuante partido, ahora en segunda ronda de Roland Garros. En cinco horas y 41 minutos de juego, perdió 6–7(2–7), 6–4, 6–4, 3–6, 18–16 al francés Paul-Henri Mathieu.
Ahora, en la edición 2018 de Wimbledon, Isner jugó otro duelo agotador en la Semifinal ante el sudafricano Kevin Anderson, quien se llevó la victoria 7–6(8–6), 6–7(5–7), 6–7(9–11), 6–4, 26–24 en seis horas y 36 minutos. Se trata del tercer partido de singles más largo de todos los tiempos.
En Wimbledon no existe el tiebreak en el quinto set y, al tratarse de dos jugadores altos y buenos sacadores, el partido era propicio para alargarse.