Maratón CDMX 2018 tuvo folclórico y emotivo comienzo
El inicio de la edición 36 de esta competencia hizo vibrar a la capital mexicana.
Ciudad de México /
Con la luz del alba apenas iluminando con sutileza el cielo, la edición 36 del Maratón de la Ciudad de México comenzó con aires de nostalgia, al ser la última de las seis carreras temáticas alusivas a los Juegos Olímpicos México 68.
Las inmediaciones de la Plaza de la Constitución estaban repletas, el olor a ungüento y gritos de “¡vamos, sí se puede!”, confabulaban entre los ríos de banderas mexicanas y cartulinas con leyendas de apoyo. Antes de la hora, comenzó la competencia para las categorías de silla de ruedas y débiles visuales.
Porque, ¿qué es del Maratón si no una fiesta de todos? El conteo comenzó y la chicharra cimbró desde el corazón de la Ciudad de México hacia todo el mundo y el reloj marcó la cita con la historia.
Y es que el objetivo era colectivo, alcanzar la ansiada etiqueta oro de la IAAF pasaba por la mente de cada uno de los organizadores y de quienes se encargaron de la logística del evento. Todo debía salir perfecto.
Así fue en el inicio, con una postal digna de las más grandes maratones, con 42, 195 personas vibrando al máximo y con las calles aledañas al Zócalo colmadas de aplausos. Un comienzo esplendoroso y que exaltó el folclor mexicano al máximo.
Las inmediaciones de la Plaza de la Constitución estaban repletas, el olor a ungüento y gritos de “¡vamos, sí se puede!”, confabulaban entre los ríos de banderas mexicanas y cartulinas con leyendas de apoyo. Antes de la hora, comenzó la competencia para las categorías de silla de ruedas y débiles visuales.
Porque, ¿qué es del Maratón si no una fiesta de todos? El conteo comenzó y la chicharra cimbró desde el corazón de la Ciudad de México hacia todo el mundo y el reloj marcó la cita con la historia.
Y es que el objetivo era colectivo, alcanzar la ansiada etiqueta oro de la IAAF pasaba por la mente de cada uno de los organizadores y de quienes se encargaron de la logística del evento. Todo debía salir perfecto.
Así fue en el inicio, con una postal digna de las más grandes maratones, con 42, 195 personas vibrando al máximo y con las calles aledañas al Zócalo colmadas de aplausos. Un comienzo esplendoroso y que exaltó el folclor mexicano al máximo.