El calor y Millman fundieron al Expreso; Federer, eliminado del US Open
Por primera vez en su carrera, el suizo cayó ante un jugador fuera del Top 50 en el US Open.
Nueva York, Estados Unidos /
El suizo Roger Federer perdió contra todo pronóstico ante el australiano John Millman, 55 del ranking de la ATP, y se despidió del US Open en Octavos de Final.
Federer, segunda raqueta del mundo y cinco veces ganador en Flushing Meadows, firmó uno de sus peores encuentros de los últimos tiempos y sucumbió por 6-3, 5-7, 6-7 (7/9), 6-7 (3/7) en tres horas y 33 minutos de juego.
"Aún no soy consciente, tengo tanto respeto por Roger (Federer) y por todo lo que ha hecho por este deporte. Es uno de mis héroes, uno de los jugadores con los que hablo en el vestuario. Me sentí un poco culpable hoy, soy muy consciente de que hoy no tuvo un buen día y posiblemente para ganarle necesitaba que tuviera un mal día y yo un buen día", dijo el australiano.
Millman enfrentará en Cuartos al serbio Novak Djokovic, sexto sembrado, que se deshizo antes del portugués Joao Sousa por 6-3, 6-4, 6-3.
"Sí, ¿por qué no (voy a ganar)? Tengo que mejorar mucho, creo que es un jugador increíble, que está en un gran momento de forma pero ¿por qué no? No sería yo si no saliera con esa convicción", apuntó.
El balcánico pasó por la tarde a la siguiente instancia y todos esperaban ya por una final anticipada contra Federer. Pero este, que tuvo dos bolas de set en la segunda manga y una en la tercera, se estrelló.
Todo parecía de su lado: era el único jugador junto al argentino Juan Martín del Potro en no haber cedido ni un solo set, presentaba un balance de 40-0 frente a jugadores de fuera del Top 50 en el US Open y Millman no había sido rival la única vez que se habían enfrentado en Brisbane en 2015.
Sin embargo, la de este lunes no fue su noche desde el principio a pesar de imponerse en la primera manga por un engañoso 6-3.
Errático con su servicio, empeñado en dejar la pelota corta cerca de la red e irregular desde el fondo de la pista, el helvético se diluyó con el paso de los juegos.
Setenta y siete errores no forzados eran su tarjeta final en su adiós por la puerta de atrás del último Grand Slam de la temporada. Mientras uno se marchaba cabizbajo, el otro esbozaba la sonrisa más grande de su vida. No era para menos. Acababa de derribar a un mito en el escenario más grande posible.
"Hacía mucho calor esta noche. Era una de esas noches en las que sentía que no recibía aire. No circulaba y lo pasé mal con el clima. Sudaba y sudaba cada vez más. John lo llevó mejor, es de uno de los sitios más humedos del mundo como Brisbane", comentó Federer.
Federer, segunda raqueta del mundo y cinco veces ganador en Flushing Meadows, firmó uno de sus peores encuentros de los últimos tiempos y sucumbió por 6-3, 5-7, 6-7 (7/9), 6-7 (3/7) en tres horas y 33 minutos de juego.
"Aún no soy consciente, tengo tanto respeto por Roger (Federer) y por todo lo que ha hecho por este deporte. Es uno de mis héroes, uno de los jugadores con los que hablo en el vestuario. Me sentí un poco culpable hoy, soy muy consciente de que hoy no tuvo un buen día y posiblemente para ganarle necesitaba que tuviera un mal día y yo un buen día", dijo el australiano.
Millman enfrentará en Cuartos al serbio Novak Djokovic, sexto sembrado, que se deshizo antes del portugués Joao Sousa por 6-3, 6-4, 6-3.
"Sí, ¿por qué no (voy a ganar)? Tengo que mejorar mucho, creo que es un jugador increíble, que está en un gran momento de forma pero ¿por qué no? No sería yo si no saliera con esa convicción", apuntó.
El balcánico pasó por la tarde a la siguiente instancia y todos esperaban ya por una final anticipada contra Federer. Pero este, que tuvo dos bolas de set en la segunda manga y una en la tercera, se estrelló.
Todo parecía de su lado: era el único jugador junto al argentino Juan Martín del Potro en no haber cedido ni un solo set, presentaba un balance de 40-0 frente a jugadores de fuera del Top 50 en el US Open y Millman no había sido rival la única vez que se habían enfrentado en Brisbane en 2015.
Sin embargo, la de este lunes no fue su noche desde el principio a pesar de imponerse en la primera manga por un engañoso 6-3.
Errático con su servicio, empeñado en dejar la pelota corta cerca de la red e irregular desde el fondo de la pista, el helvético se diluyó con el paso de los juegos.
Setenta y siete errores no forzados eran su tarjeta final en su adiós por la puerta de atrás del último Grand Slam de la temporada. Mientras uno se marchaba cabizbajo, el otro esbozaba la sonrisa más grande de su vida. No era para menos. Acababa de derribar a un mito en el escenario más grande posible.
"Hacía mucho calor esta noche. Era una de esas noches en las que sentía que no recibía aire. No circulaba y lo pasé mal con el clima. Sudaba y sudaba cada vez más. John lo llevó mejor, es de uno de los sitios más humedos del mundo como Brisbane", comentó Federer.