Diablos y Tigres, continúan la rivalidad

• Desde 250 hasta 460 pesos costaba una entrada para el primer partido entre Diablos y Tigres

El nuevo "Infierno" ardió por el regreso de la "Guerra Civil", Diablos Rojos del México y Tigres de Quintana Roo se enfrentan por primera vez en la Temporada en el Estadio Fray Nano, hogar provisional de los "Pingos".

Fans de antaño que vieron a las leyendas de ambas novenas e incluso, conocieron el viejo Parque Delta se reencontraron en el remodelado recinto ubicado en la Magdalena Mixhiuca, con unos tremendos nubarrones que pronosticaban una tormenta.

Casacas guindas y blancas se enfrascaron en un intenso duelo de porras. Hace 14 años que los felinos emigraron de la Ciudad de México pero su afición continúa siendo fiel al equipo bengala.

"¡Diablo, ni que fuera naco! Tigre hasta la muerte aunque se hayan ido de aquí", gritaba un caballero entusiasta con un colorido sombrero naranja.

"¡Diablos, Diablos, Diablos!", hilaban en una sola voz una familia vestida con colores escarlata.

Una de las rivalidades más añejas despierta siempre pasiones, algunas decenas de aficionados preguntaban en las taquillas si se habían liberado boletos...siempre hubo negativas de lo vendedores.

Un pequeño fan que degustaba una golosina portaba un atuendo del "chamuco".

"Quiero que mi hijo sepa lo que es vivir el beisbol con todo, no queremos fans de otros equipos en la casa", dijo Gustavo Ramírez, quien dijo ser fan de los Diablos desde hace 30 años.

REVENTA APROVECHÓ ESCASEZ DE BOLETOS

Los revendedores siempre aprovechan grandes duelos, la venta de entradas en las taquillas y a través de Internet no duró ni dos días para vender los 15 mil boletos que se liberaron para la serie de tres partidos.

Desde 250 hasta 460 pesos costaba una entrada para el primer partido entre Diablos y Tigres; algunos fans no podían creer que no alcanzaran un lugar en todo el Estadio Fray Nano.

"Es injusto, vine el sábado por la tarde y me dijeron que ya no había. Soy fan y me quedaré sin ver a mis Diablos", replicó una señora molesta por la falta de boletos.

Así se vive la pasión de un Clásico deportivo, una rivalidad que está lejos de perecer pero que arde cada vez que se enfrentan Diablos y felinos.