'Lo vi sufrirle a la vida'; recuerdan cuando el Canelo Álvarez vendía paletas
Una habitante de Juanacatlán, Jalisco, recordó cuando le compraba paleas al "güerito" en el transporte público; hoy lo ve como su ídolo.
Saúl "Canelo" Álvarez hoy vive un momento sublime: recién logró unificar los títulos en la división de los supermedianos y su cuenta bancaria sigue sumando millones de dólares con el paso de los años. Pero este presente no hubiera podido ser posible sin un pasado, como fue su niñez.
Y el pugilista tapatío jamás lo ha negado, recuerda que él empezó desde abajo, vendiendo paletas en el transporte público de su natal Juanacatlán, Jalisco, donde hoy, aún recuerdan al "güerito" al que le compraban su mercancía.
"Yo miraba a ese niñito vendiendo paletas, subiéndose al camión de Chapala, en el Salto (Jalisco). El subía a los camiones a ofrecer sus paletas, con un cartoncito de paletas, ofreciéndoselas a la gente; ahí fue donde lo comencé a conocer, a comprar sus paletas", recuerda Aracely Vaca Rodríguez para TV Azteca.
"Siempre tenía una sonrisa para vender sus paletas, era muy carismático. Con el paso del tiempo supe que era oriundo de Juanacatlán, ya cuando vi su primer pelea, me enorgullecía, le decía a mi esposo: 'mira al güerito ya donde está'. Siempre le pido a Dios que le vaya bien, porque lo vi sufrirle a la vida, porque no es fácil subirse a vender las paletas. Las vendía creo que por necesidad, pero Dios lo ha socorrido, y es mi campeón y mi ídolo", añade Aracely.
¿Por qué el Canelo Álvarez vendía paletas?
El propio Canelo Álvarez ha explicado que sus padres Ana María Barragán y Santos Álvarez decidieron poner en la década de los años noventas un puesto de aguas, helados y paletas, mismas que el hoy pugilista apoyaba a vender en los camiones durante un lapso de cinco años, incluso era conocido como el pequeño "Santitos".
Sus habilidades para vender en un inicio no eran muy buenas, incluso tuvo que volver a casa en distintas ocasiones con las plateas derretidas, pero posteriormente fue mejorando y llegaba a ganar hasta 700 pesos en un día.
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Perdónalos, André, no saben lo que dicen Desde el Ángel