'¡Canelo nació para esto!' Palabras de Rigoberto, hermano de Saúl Álvarez

El Español, pionero de la familia en el boxeo, asegura que desde que Saúl se enfundó por primera vez unos guantes, demostró mucho talento

Rigoberto, hermano del canelo Álvarez

El ejemplo en casa, la figura que despertó el interés en los demás hermanos para dedicarse al boxeo, Rigoberto "El Español" Álvarez, quien incluso durante su carrera profesional probó las mieles campeoniles, fue el mismo que tuvo el ojo para mirar en el pequeño Saúl a un niño con un perfil importante, de grandes ligas.

Fue el ídolo de aquel niño y, cómo hermano mayor, deleitó en el cuadrilátero y se convirtió en referente del Canelo, que era el más entrón de la camada, el más aventado, y entonces, tras cumplir la promesa de aquellos primeros guantes, Rigo comparte en entrevista con mediotiempo que enseguida le vio rasgos de que podría ser un buen peleador.

Macanas Cuéllar, el niño que quiere ser como el Canelo Álvarez

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“Recuerdo que ese día que él tuvo el primer acercamiento con unos guantes, esa vez yo venía de Tijuana, pensaba dejar el boxeo; no quería seguir, me fui mucho tiempo para allá para incursionar en esta carrera y en dos años que estuve, peleé una vez... ya no quería seguir en esto; resulta que ese día que llego a la casa con mi mamá a decirle, estaban algunos de mis hermanos, entre ellos Saúl, quien salió corriendo a exigirme los guantes que le traía a regalar; le dije que abriera la cajuela, que los tomara, que ahí estaban. Fue, los agarró y se desaparece.


“Se va, y traía varios amigos. Me decía, ‘oye, ponme los guantes’, y pues ahí mismo, platicándole a mi mamá que ya no quería seguir en este deporte, le pongo los guantes, le doy tiempo, y de repente, después de como un minuto de estarlo viendo, me callé, y mi mamá me dice, ‘¿qué tienes?’, porque me callé de repente, y le digo, ‘no, lo que pasa que tu hijo es un diamante en bruto’, le digo, ‘nació para esto’, ‘y tú que vas a saber, si ni siquiera sabe ni lo que es boxear ni nada’; no, pues no, pero al muchacho se le ve rápido, va a ser uno bueno desde la forma en que se para, desde la forma en que mira, en que se desenvuelve, a veces tienen otra agilidad diferente, más rápido, más todo, a él se le veía que iba a ser bueno para esto, esa fue la primera vez que tuvimos ese encuentro”.
Foto: Canelo Álvarez y su hermano Rigoberto

Dejó volar al pequeño Saúl

El Español, como orgulloso iniciador del Canelo, quien, por cierto, estará de vuelta en su natal Jalisco, en el Estadio Akron, pues contenderá ante John Ryder el 6 de mayo, exponiendo sus fajillas de Peso Supermediano CMB, OMB, AMB y FIB, habla sobre la oportunidad que tuvo de encaminar a su hermano menor.

“Siempre lo he dicho, es un orgullo, un sentimiento muy bonito haber inspirado a mi hermano, y también haber sido su primer entrenador de amateur, porque lo llevé a que ganara una medalla de plata; ya después, a los 14 años, lo mandé con Chepo Reynoso, y él culminó el trabajo hasta ahora, el bonito trabajo que se ha hecho hasta ahora”.

Incluso, detalla sobre esa alegría que le da el haber sido inspirador del hoy multimonarca, porque, además, ver figurar a la sangre siempre lleva un plus emocional y, sobre todo, al verlo triunfar en todos los cuadriláteros que ha pisado.

“Hay unas palabras que él me decía: ‘Yo quiero ser como tú’, y yo me acuerdo que le dije, ‘no, no vas a ser como yo, vas a ser mucho mejor que yo’. Realmente el que tenía el gran talento, de todos los que nos dedicamos en esta familia a esto, siempre fue él, un niño con mucho talento”.

Asevera sobre algunos dichos que apuntan al pelirrojo como un chavo siempre echado para adelante, valentón, sin dejarse de nadie.

“Siempre fue así, muy picudo, muy enojón, muy bravo, no tenía miedo, siempre ha sido muy frío; de hecho, hasta la fecha él, antes de salir a una pelea, siempre es muy frio, no lo ves nervioso, no lo ves preocupado, lo ves concentrado, pero no lo ves nervioso, para nada. Siempre ha sido así, frío para esto”.

Talento y disciplina

Canelo alguna vez dijo que su niñez se esfumó, que fue fugaz, porque desde muy pequeño se entregó en cuerpo y alma como boxeador, y el mismo Rigoberto lo ratifica, que, aun cuando al principio fue complicado, pronto entendió que esto se trataba de ser disciplinado.

"Desde que aceptó la responsabilidad de que iba a ser un peleador amateur, ya lo traía en jaque. Me lo llevaba a correr, a veces no quería, me empezaba a decir que no, que él estaba chico, que los niños tenían que divertirse y todo, y le digo ‘sí, pero ya después de que hagas tu trabajo, te diviertes’; le digo, ‘tú no vas a ser como todos tus amigos, a lo mejor ellos van a estudiar, a lo mejor ya no van a estudiar y se van a trabajar con su papá o en algún otro trabajo, pero tú vas a ser un peleador y un peleador tiene que levantarse temprano a correr y tiene que ir a entrenar. Eso es disciplina”.

‘Fue la mejor decisión’

Para cerrar la charla en su gimnasio, contiguo a la Arena Coliseo local, el mayor de los Álvarez revela que no se arrepiente de haber llevado a su brother con los Reynoso, sin importar que, al principio, pudieron tener una relación un tanto complicada, y de paso, lo que le dijo a éste luego de la derrota ante Dmitry Bivol, la segunda de Saúl en su carrera profesional.

“En ese tiempo era la gente que más sabía de boxeo, los más serios, y los que más se dedicaban a esto en Guadalajara; en ese tiempo yo no tenía experiencia y sé que me pude haber equivocado en el camino. Así como que Eddy y yo no nos caíamos muy bien de inicio, pero sabía que eran las personas correctas para hacer esto y no me equivoqué, ahora ahí está el muchacho. (De la derrota ante Bivol) Le dije que no se agüitara, que le echara más ganas; él sabía que algo había fallado, que algo no había estado bien, porque lo vi algo cansado. Le dije que no se sintiera mal, que le echara ganas y para adelante”.


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