‘A veces no tenía ni para pañales’; Canelo Álvarez, de vender paletas de hielo a ganar 53 mdd ante Bivol

En su infancia y juventud se la pasaba trepado en camiones comerciando el producto que trabajaba junto a su padre, hasta que el box lo llevó al estrellato.

La historia del Canelo Álvarez. (FOTO: mediotiempo)

Saúl "Canelo" Álvarez hoy vive un momento sublime: recién logró unificar los títulos en la división de los supermedianos, su cuenta bancaria sigue sumando millones de dólares con el paso de los años y ahora apunta al nuevo reto de reinar en los pesos semicompletos con el ruso Dimitry Bivol como primer reto, aunque hace no mucho su vida era muy distinta.

Sin ruborizarse, el mejor libra por libra de la actualidad ha señalado una y otra vez lo complicada que fue su infancia y juventud, cuando el dinero llegaba a cuentagotas a casa y en la que la escuela no era prioridad. Le gustaban los "chingazos", agarrarse a golpes con los niños por el pretexto que fuera, pero también trabajar ya fuera en su paletería o en el gimnasio.

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Jamás lo ha negado: recuerda que él empezó desde abajo -más allá de lugar común-, vendiendo paletas en el transporte público de su natal Juanacatlán, Jalisco, donde hoy aún recuerdan al "güerito pecoso" al que le compraban su mercancía.

La parte más difícil con familia

En la ruta que va de Juanacatlán a Guadalajara, muy especialmente, todavía es habitual encontrar a gente que lo veía trepado en los camiones con su producto en caja, un recuerdo que a Canelo Álvarez no le va mal, pero que tampoco es motivo de celebración, especialmente desde que sus padres se separaron cuando tenía 14 años.

"Yo trabajaba en una paletería con mi papá haciendo de todo, y recuerdo cuando llegaba solo a la casa, porque mis siete hermanos ya estaban casados; justo se separaron cuando tenía esa edad, cuando vas viendo quién quieres ser o qué quieres hacer. Yo estaba solo siempre", señaló el campeón a Quién (octubre, 2011).

En ese entonces ya tenía bien claro que quería ser boxeador. a pesar de que Atlas lo quiso llevar a su Academia y siguió con sus entrenamientos convencido de que algo podría hacer ahí, de la mano de José "Chepo" Reynoso, un duro entrenador que ya trabajaba con gente como Óscar "Chololo" Larios y Javier "Chatito" Jáuregui, dos recios campeones tapatíos.

La llegada de Emily Cinnamon

Desde los 10 años, Saúl había empezado a trabajar en el Gimnasio Julián Magdaleno gracias a la intervención de su hermano Rigoberto, a quien apodan El Español, quien estaba convencido de que sus puños al grado de llevarlo con uno de los mejores estrategas de la Perla Tapatía. Debutaría el 29 de octubre de 2005 gracias a sus grandes avances.

Sin embargo, su vida fuera de los cuadriláteros no dejaba de ser difícil e incluso se le complicaría todavía más con el nacimiento de su primera hija, Emily Cinnamon, cuando apenas tenía 16 años (ella nació en 2007). Entonces supo que algo tenía que cambiar, porque como amateur no haría mucho.

"Trabajaba e iba a entrenar, porque estaba enfocado en ser campeón del mundo. Fue difícil. A los 16 años tenía una novia y salió embarazada. Me junté para agarrar bien mi responsabilidad. Había veces que ni para leche tenía, ni para los pañales de mi hija, y en el boxeo no ganaba nada. A veces ni para el camión. Trabajaba en la paletería y gracias a Dios comíamos al día, aunque no tenía para nada", agregó a Quién.

Para su fortuna, no faltó quien le tendiera la mano, por lo que cuando tuvo la oportunidad de empezar a ganar dinero de inmediato pagó sus deudas. Un camino difícil que lo hizo madurar a pasos agigantados y que no solo lo llevaría a dejar de vender paletas de hielo en 2008, sino también a convertirse en uno de los mejores boxeadores mexicanos de la historia.

¿Por qué Canelo Álvarez vendía paletas?

El propio Canelo ha explicado que sus padres, Ana María Barragán y Santos Álvarez, decidieron poner en la década de los 90 un puesto de aguas, helados y paletas, productos que el pugilista apoyaba a vender donde pudiera.

Sus habilidades para vender en un inicio no eran muy buenas, incluso tuvo que volver a casa en distintas ocasiones con las plateas derretidas, pero posteriormente fue mejorando y llegaba a ganar hasta 700 pesos en un buen día, cifra que hoy luce irrisoria si se compara con los 53 millones de dólares que obtendrá por pelear ante Dimitry Bivol.

  • Eduardo Domínguez
  • Reportero-redactor. Egresado UNAM. Llegué a Mediotiempo en 2019.
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