‘Los Reynoso huyeron de Zacatecas’; Chepo revela que tenían rivales a muerte en su pueblo
El entrenador del Canelo Álvarez tuvo que dejar desde muy chaval la tierra donde nació, debido a que con los Ramírez se trataban a pura bala.
José “Chepo” Reynoso, el descubridor y creador de Saúl “Canelo” Álvarez, pudo de plano no toparse con el púgil tapatío y ser parte de su grandeza o éxito, o tal vez el pelirrojo ni siquiera hubiera figurado en el boxeo, lo cierto es que el profe, como un devoto del destino, se aplica aquello de que por algo pasan las cosas.
Y es que la llegada del manejador a Guadalajara, procedente de Zacatecas, fue entre accidental e incidental, y por culpa de los adultos de su casa, porque en esos tiempos de chaval, tuvo que padecer el pique y rivalidad de dos familias, que pudo llegar hasta la fatalidad.
“Yo tenía 11 años y era inmensamente feliz en mi pueblo, no se puede ser infeliz cuando lo tienes todo, aunque no tienes dinero, pero tienes todo a la mano: comida, amigos, escuela, lugares en donde correr, donde hacer travesuras, a los 11 años no se aspira a tanto, era enormemente feliz.
“Pero luego hubo por ahí unas desavenencias de mi familia, los Reynoso y los Ramírez, y un domingo de junio de 1964 se soltó una balacera en la plaza municipal de ahí de Villalba y se mató mi abuelo, el papá de mi papá y un hermano de mi padre, mi tío Miguel; con los Ramírez, José y Pedro, fue impactante, porque yo estaba a escasos 20 metros”, dijo Reynoso en charla con Erik “El Terrible” Morales para Un Round Más (emisión que puedes seguir en el Facebook de mediotiempo).
Dejó su pueblo
Pero la bronca entre estirpes no terminó, y aquello se convirtió en un ambiente rozando lo bélico todo el tiempo, de ahí que los padres de Chepo aceptaron echar raíces en otra tierra.
“Quedaron más Ramírez y Reynoso, y se fintaban con que se mataban, siempre estábamos con el Jesús en la boca; mi abuelo tenía un hermano que era sacerdote, se enteró del problema, de los muertos y una noche llegó en una troca puerquera, le digo yo, echó las pocas que teníamos y fuimos a dar a Guadalajara”.
‘Mi destino era el norte’
Y hablando de cómo se acomodan las cosas, el papá de Eddy, actual entrenador del Canelo, mencionó que la padeció en la Perla Tapatía, “nos echaban carrilla porque andábamos de huaraches, nos decían rancheros, cheros, nosotros tuvimos que pagarla por culpa de los grandes.
“En mi pueblo andar de huaraches era algo normal, aunque siempre he creído que cada quien tiene un destino; de no haber llegado a Jalisco, seguro, como la mayoría de allá, me hubiera ido al norte”.