¡Versiones encontradas! Equipo de Misael Rodríguez rompe el silencio tras evitar pelear ante Omar Chávez
Robert García, entrenador del medallista olímpico, explicó los argumentos para que su boxeador no subiera al ring.
La polémica de este fin de semana en el boxeo mexicano tuvo lugar en Pachuca, donde se canceló la pelea de peso supermediano entre Omar Chávez y Misael Rodríguez, en una controversial decisión del Chino que se negó a subir al ring y dejó inconformes a los miles de espectadores presentes.
Tras esta decisión, el Businessman explicó a los asistentes que él estaba listo para pelear, pero su rival prefirió no hacerlo, versión confirmada en redes sociales por su padre Julio César Chávez, quienes argumentaron que se infringió ninguna regla en cuanto al peso.
La pelea estaba pactada en 76.5 kilógramos, medida que ambos cumplieron en el pesaje poco antes de la programación del combate. Luego de la hidratación, Chávez padre reveló una fotografía de Omar Chávez con casi seis kilos más, al subir con tenis a la báscula y registrar 82.4, medida que afirmó no iba contra el reglamento.
¿Qué respondió el equipo de Misael Rodríguez sobre la cancelación?
Fue hasta este domingo cuando Robert García, entrenador de Misael Rodríguez, rompió el silencio y relató en su cuenta oficial de X su versión de lo sucedido. De acuerdo al coach, Omar no quería pesarse y subió más de 10 kilos tras el pesaje (86.7), cuando la Comisión de Boxeo de CDMX les había advertido que no se podían exceder más de 4.5 kilos, por lo tanto, declinaron llevar a cabo el combate para evitar una tragedia en el ring.
"No aceptamos la pelea. Digan lo que digan. Cuando un equipo toma una decisión así se les hace fácil criticar. Pero en este deporte han pasado muchas tragedias por falta de no seguir las reglas".
Finalmente, Zanfer Promotions, la empresa organizadora, también expuso su versión de lo ocurrido, y aseguró que en el contrato para la pelea nunca se especificó esta situación con el peso, por lo que se disculpó con los aficionados y agregó que en 30 años nunca había ocurrido algo parecido.