Chávez vivió momentos de 'locura' con sus adicciones: ‘¡Quise quitarme la vida!’

El campeón mexicano reveló que tanta soledad, a pesar de ganar millones, lo llevaron al borde del suicidio.

Chávez por poco y no la cuenta | @GobiernoEdoChih

En esos momentos cuando pudo estar hundido en los excesos, llámense drogas, alcohol, fiesta, en la otra cara, Julio César Chávez revela que llegó a pasarla mal, pues igual era un tipo bastante solitario.

El gran campeón mexicano, como es conocido en el circuito boxístico el exmultimonarca, en charla con Marco Antonio Barrera para la emisión Un Round Más, compartió que hubo instantes en los que se vio inmerso en la fatalidad.

El tener muchos millones, pues acepta que logró amasar una buena fortuna durante sus tiempos como boxeador, aseguró que no podían llenar el vacío que de pronto sentía, “porque estaba como perro”.

¿Por qué quiso suicidarse Chávez?

JC aceptó que, en esa etapa de su drogadicción y alcoholismo, llegó a merodear a la que muchos le llaman la salida más fácil, como podría ser el suicidarse.

“Después de mi recuperación me pasaron cosas increíbles, nunca me quedé en la calle, pero imagínate, después de tener millones de dólares, de tener avión privado, después de tener yates, mansiones, todo eso se te fue, irlo perdiendo por tu adicción, y al final verte en tu casa solo como los perros; dices tú, ‘a la madre’; es ahí donde yo estuve a punto de quitarme la vida”.

'Estuve en depresión'

Chávez mencionó que el optar por mejor irse de este mundo, se debió a que llegó a tener varios problemas, mismos que le acarrearon sus vicios en algún momento.

“Entré en depresión, me acababa de demandar mi esposa, porque supuestamente yo la había golpeado y por drogadicto, y nunca la golpeé, ella lo sabe, imagínate si le hubiera pegado, eso fue un plan de su abogada para quedarse con todo; luego me viene una demanda de Don King, una de Hacienda y mi codo lo tenía casi podrido, además andaba bien loco y dije: ‘me voy a quitar la vida’”.

Se salvó de matarse...

El expugilista y ahora analista, desveló sobre aquel momento en que le entró la idea de no seguir más, teniendo como testigo a la gente que en esos momentos laboraba para él.

Todos mis trabajadores estaban llorando, porque yo empecé a gritar, ‘me voy a quitar la vida’, como loco, agarro la pistola, me salgó al área de la alberca y los encerré a todos, para que no pudieran salir a detenerme; me puse la pistola, y pas, pas, no pasó nada, y a la tercera, no sé cómo se enteró mi cuñado Michael, se saltó, y me mueve el arma hacia arriba, cuando salió el balazo me tumbó todos los pelos del cráneo”.


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