Julio César Chávez sentencia a su hijo Omar: ‘También lo voy a ENCERRAR al cabr…’ | VIDEO
Julio César Chávez dice que otro de sus hijos tiene problemas de control financiero, porque “no hay dinero que le alcance”.
Durante varios años, en los que apuntaron como los de su despunte, pero a la vez los del ocaso en su carrera en el boxeo, Julio César Chávez González, por obvias razones, inmerso en las adicciones, tuvo muchos problemas, que incluso pudieron derivar en quitarse la vida.
Sin embargo, y luego de un trabajo concienzudo, de pasar por anexos, clínicas de rehabilitación y demás, el Gran Campeón Mexicano pudo salir de aquel hoyo, que parece insistente en ser parte de su vida, porque ahora le toca lidiar con estos comportamientos reflejados en sus hijos.
Y es que Chávez González, de un tiempo a la fecha, tuvo que estar detrás de Julio y Omar, pues éstos se han mostrado igual como tipos rebeldes, por temas que tienen que ver con los vicios.
En el caso del Junior, quien pintaba para ser una estrella en el pugilismo, además de las indisciplinas, fue presa de las pastillas para adelgazar, mismas que se convirtieron en adictivas para él, y para lo cual fue recluido en un centro de ayuda durante un año.
Hoy Julito, y según los últimos informes, o los videos que él mismo ha publicado en sus redes sociales, parece haber recaído, pero además está el caso de su hermano, de quien su propio padre, reveló a donde apuntan sus debilidades.
¿Cuál es la adicción de Omar?
El llamado César del Boxeo ratificó que, efectivamente, su muchacho el mayor no es afecto al alcohol o a las drogas que algunos consideran como sociales, lo mismo que el que le sigue, aunque en su caso, ha tenido aficiones que le han provocado estar endeudado con todo ‘mundo’.
En entrevista reveladora con el periodista Gustavo Adolfo Infante, el hoy analista de Box Azteca contó respecto a los vicios del segundo de sus chavos.
“Sí, está bien, pero también necesita… de su cabeza, ¿me entiendes? Tiene una pelea y no entrena, se va de huevón. Se la lleva apostando, tiene ese pinche vicio de apostar.
“Es otro cabrón que también lo tengo que encerrar, porque, imagínate, no hay dinero que le alcance a este cabrón. Se la vive apostando aquí, apostando allá; pidiendo prestado aquí, pidiendo allá, o sea, no… la ludopatía, que es un pinche vicio más perro que todos”.
JC espera que, con ayuda de profesionales, tanto Omar, como Julito, puedan salir de todo esto que les contamina, a partir de que en realidad acepten la ayuda.