Julio César Chávez Jr. y su hermana Nicole se reconcilian y se divierten de nuevo juntos

Por más contradictorio que pueda parecer, la detención de Julio César Chávez Jr. a inicios de año en Estados Unidos por portar un par de armas conocidas como "fantasma" ha sido muy benéfico para el boxeador y también para su familia, a la cual se acerca poco a poco. 

¿Chávez Jr. odiaba a su familia?

En múltiples lives que realizaba bajo en influjo de pastillas, Julio Jr. evidenciaba que sus mayores problemas eran con sus familiares cercanos, ya fuera su padre Julio César Chávez, su esposa Frida Muñoz o sus hermanos, con quienes había marcado una profunda línea. 

A su padre lo acusaba de no dejarlo libre, de querer manejar cada aspecto de su vida, y a su esposa de gastar los millones de dólares que ha acumulado a lo largo de su carrera; con sus hermanos los cruces no eran tan públicos, pero se sabía que no se dirigían la palabra. 

En noviembre pasado Nicole Chávez hizo evidentes sus diferencias al explotar en contra de Julio y Omar, quienes eran los causantes de los grandes problemas de su padre, a su parecer. 

"Estoy cansada de ver a mi papá triste porque no sabe qué más hacer para ayudarlos, que estoy harta que sólo den problemas, que a veces me gustaría no saber nada de ellos para no vivir angustiada, que me da vergüenza que siempre hagan públicos nuestros problemas familiares, que no se dan cuenta que nos hacen sufrir a todos", escribió en sus redes sociales.

Sin embargo, ahí también hizo ver su deseo en reunirse con ellos nuevamente, tal y como lo hacían en años mejores en los que la familia lucía unida. "Extraño mucho cómo era todo antes", sostuvo.

¿Los Chávez se reconciliaron?

El tratamiento al que se debió someter el Junior después de ser detenido le sirvió para recuperar la cordura y también a su familia, algo que también se evidenció con una reciente publicación en la que Nicole y él aparecen bailando, algo impensable hasta el año pasado. 

También se les ve interactuando en sus redes sociales, algo que demuestra, cuando menos, que una reconciliación avanza.