El día que JC Chávez mandó 'a la ching...' al Chapo Guzmán y a otros capos del narco

La leyenda del boxeo nunca ha ocultado la estrecha relación que tuvo con narcos ni cómo entró a las drogas de su mano.

Chávez tuvo relación con los narcos más reconocidos. (Foto: Milenio)

En el pico de su carrera, sin nada por demostrar a nadie y tras haber regalado una pelea histórica ante Héctor "Macho" Camacho, Julio César Chávez decidió dar un paso que estuvo cerca de acabar con su vida y del cual se arrepiente hasta el día de hoy: el de consumir droga

El 12 de septiembre de 1992 el sonorense se animó a probar la cocaína, esto mientras estaba rodeado de algunos de los narcotraficantes más poderosos en la historia de México, quienes alcanzarían condenas por "hasta mil años", según sus cálculos. A su lado empezó todo, en una anécdota que hoy recuerda sin vergüenza e incluso con una sonrisa por cómo se dio, porque mandó "a volar" a todos ellos.

“El día que le gané a Macho Camacho, había como mil años de cárcel, estaban los Arellano Félix, El Güero Palma, Amado Carillo, Chapo Guzmán, El Azul y el Mayo Zambada, todos querían conocerme. Yo estaba loco, porque fue el día que me drogué (por primera vez), todos hablaban de la pelea de Macho Camacho, hasta que yo me enfadé. Yo lo que quería era perico, había como 300 cabrones armados, pero nadie traía perico, y dije ‘como nadie trae perico, váyanse a la chingada’, ‘no, espérate ahorita te conseguimos’”, detalló Chávez en entrevista con Jordi Rosado. 


El hecho, recuerda la leyenda del boxeo mexicano, fue solo un par de semanas antes de que los capos del narco se pelearan entre ellos, algo que a él no le afectó, ya que fue capaz de mantener una cercanía con todos por el respeto que existía

“Ellos sabían que yo era amigo de todos, a mí siempre me respetaron. La relación muy buena con ellos, siempre me respetaron, yo era muy amigo de los Arellano”, abundó. 


Una adicción y también beneficios

Chávez era consciente de que no podía alejarse de ninguno de ellos y optó por tenerlos a su lado, algo que nunca ocultó y que incluso quedó expuesto a la luz publica previo a su pelea ante Greg Haugen en febrero de 1993 cuando caminó al ring acompañado por Francisco Arellano Félix

Me regalaban la droga, diamantes, relojes, me decían 'es un regalo, cabrón'. Tengo joyas, todavía tengo unos guantecitos que me dio Pancho Arellano, que cuestan 80 mil dólares”, finalizó.


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