'Es re mariguano el cabrón': Julio César Chávez responde a Jake Paul y le recuerda sus adicciones

Sin deberla, Julio César Chávez se convirtió en actor protagónico de la pelea entre Jake Paul y Julio César Chávez Jr., al grado de que el estadounidense aseguró que lo vencería si se animaran a pelear y su hijo no sería nada sin él, todo previo a prometer que lo convertiría en un meme, como ya le ha ocurrido en otras ocasiones con la leyenda mexicana.

Sin embargo, en esta ocasión el César del Boxeo no se enganchó con nada ni se sintió agredido con los señalamientos, inclusive ni con esos que apuntaron en contra de las adicciones que han afectado a la familia Chávez; a cambio, inteligente, reviró de forma contundente al recordar que Paul ha sufrido también problemas con las drogas.

"Puede hablar lo que quiera, mierda, es re mariguano el cabrón y nadie le ha dicho nada", mencionó Chávez en referencia al problema de consumó que experimentó el youtuber en su juventud.

Julio César Chávez no le ve opciones a Jake Paul

Más allá de la polémica, Julio César Chávez desestimó que Jake Paul pueda ganar el próximo 28 de junio en la ciudad de Anaheim, pero no por la falta de cualidades, sino porque hoy ve bien metido a su hijo en el gimnasio.

"A veces los peleadores son más bocones que otros, pero a la hora de la pelea se acaba todo y vamos a ver quién es mejor", analizó Chávez padre. "Lo he visto (cómo trabaja su hijo), pero todo depende de él. Si él sigue así, no hay forma de que le gane Jake Paul", aseguró la leyenda, quien cree que su primogénito hoy encontró una nueva oportinidad.

"Es un despertar de él (Julio), pero es un día a día. Es sólo por hoy, mañana quién sabe qué pueda pasar, pero mientras él siga enfocado en su entrenamiento y no haga sus pendejadas, chingo a mi madre que va a ganar".

Jake Paul también tuvo problemas de drogas y alcohol

En un documental que aparece en Netflix y que está dedicado a la vida de Jake Paul, el joven de 28 años rememoró los problemas que vivió en su juventud con el consumo de drogas, de las cuales sólo se alejó gracias a que decidió adentrarse en el boxeo.

Radicado en la ciudad de Los Ángeles, con todo el dinero que le dejaban las redes sociales, lo más fácil que encontró Jake fue gastarlo en drogas, alcohol y malas compañías. Perdió su trabajo en Disney, se vio inmiscuido en violencia y atravesó por diversos problemas hasta que se metió en el boxeo, donde decidió convertirse en profesional a partir de 2020. 

"No fue hasta el boxeo, cuando tuve que pelear físicamente con alguien, que tuve que estar sobrio y concentrarme, que me sentí mejor. Fue como una gran llamada de atención que me dio el boxeo.

"Estoy agradecido de no haber muerto. Fue una locura. En cierto modo, recuperé mi yo anterior, que me habían arrebatado en Hollywood. Fue entonces cuando empecé a darme cuenta de que me había picado el gusanillo del boxeo. Pensé: «Esto es todo lo que voy a hacer", dice en la producción, algo que también le había dicho a Graham Besinger.