¡Para quedarte en casa! Revive la trilogía del odio entre Marco Barrera y el Terrible Morales
Los mexicanos jamás ocultaron la saña que se tenían y ello influyó en que dieran grandes batallas; Barrera se llevó dos triunfos y el Terrible solo uno.
El mundo del boxeo ha dando grandes batallas, pero pocas se asemejan a la trilogía que dieron los pugilistas mexicanos Marco Antonio Barrera y Erik Morales. La batalla es unas de las más recordadas y pasó a los anales de la historia gracias a la entrega que pusieron arriba de los encordados ambos guerreros.
La insaciable batalla que arrojó 36 rounds de dinamita pura, mucho se debió al odio que se tomaron ambos boxeadores, pues el fuego cruzado existían tanto arriba del ring como abajo. El Terrible Morales, oriundo de Tijuana, surgía en ese momento como una de las grandes estrellas del boxeo mexicano, mientras que Barrera ya tenía un camino más recorrido y era respetado por su calidad.
La cita de la primera contienda fue el 19 de febrero del 2000, en Las Vegas, Nevada. La pelea fue fuego puro. Ambos pugilistas dieron cátedra de boxeo, pues no se guardaron nada y repartieron golpes a cada instante. La pelea se fue hasta los 12 asaltos y parecía estar a favor de Marco Barrera, ya que la mayoría lo habían visto ganar por cómo castigó a su oponente; sin embargo, al momento de llegar a las tarjetas, los jueces dieron como vencedor al Terrible Morales.
Barrera estalló y despotricó en contra de los jueces y del pugilista rival, asegurando que lo robaron aquella noche; el nacido en la Ciudad de México tuvo que picar piedra para volver a ganarse una oportunidad ante Erik Morales, misma que pactarían para el 22 de junio del 2002; aunque previo a ello, en una conferencia de prensa, ambos se liaron a golpes.
Como era de esperarse, la segunda contienda había levantado una gran expectativa entre los amantes del boxeo, por lo que una vez más repartieron candela arriba del ring, saliendo ganador esta vez Marco Barrera en la decisión dividida, aunque para muchos en esa ocasión el vencedor había sido el Terrible Morales.
El empate (una victoria por bando) obligaba a un tercera pelea, a la cual llegaron el 27 de noviembre del 2004 para finiquitar sus diferencias. La metralla de golpes fue total, y para muchos, se dio la pelea más cerrada de las tres, sin tener un claro vencedor; de nueva cuenta, tras 12 rounds, se tuvo que recurrir a las tarjetas para decretar al ganador, mismas que favorecieron a Marco Antonio Barrera y con ello se puso fin a una de las trilogías más recordadas en el mundo del boxeo, que fue protagonizada por dos mexicanos.