¡Añeja rivalidad! Nacho Beristáin y Freddie Roach reavivan su clásico de esquinas

Los entrenadores, que armaron su propio pique en los tiempos de Márquez vs Pacquiao, vuelven a contender por un título del mundo.

Nacho Beristáin y Freddie Roach | @ryansongalia

Juan Manuel Márquez vs Manny Pacquiao, una batalla que tuvo cuatro capítulos, con un empate, dos triunfos para el tagalo y una victoria para el mexicano, la suya con un nocaut fulminante, tuvo como aderezo el combate entre sus respectivas esquinas, pues igual el enfrentamiento Nacho Beristáin y Freddie Roach, se convirtió en un clásico de managers.

Y otra vez este par de buenos entrenadores, hacedores de Campeones del Mundo, se volverán a ver las caras para un pleito titular, cuando Rey Vargas, el pupilo de don Nacho, se mida al también filipino, Mark Magsayo, este sábado en San Antonio, Texas.

Magsayo llega como el monarca reinante en los Pesos Pluma, del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Vargas busca quitarle el título, cada uno guiado por estos personajes con etiqueta de leyendas.

Están bien arropados Rey y Magsayo

Hace diez años y después de batallar demasiado, Márquez pudo derrotar al Pacman en el MGM Grand Garden de Las Vegas, Nevada, ahora la idea es que Rey logre marcar la ruta en contra de un oponente igual de complicado.

Y, durante la llamada semana de la pelea, uno de los temas giró en torno a quienes dictan las estrategias: Roach y Beristáin, destacando Mark todo lo que ha aprendido con su profe.

“He aprendido tanto junto a Freddie Roach en el Wild Card Gym. Me he convertido en un golpeador mucho más preciso bajo la tutela de un coach legendario como Freddie. Es un alivio saber que ellos me respaldan y que sacan lo mejor de mí como boxeador”, destacó.

Mientras, el de Otumba, Estado de México, sacó a relucir lo que significa estar con Beristáin en el Gimnasio Romanza de la alcaldía Iztacalco.

“Con don Nacho llevo mucho tiempo. También con mi papá. Somos un conjunto desde que yo empecé en el boxeo profesional, él me conoce bien y yo a él, cómo digo yo, don Nacho es un viejo lobo de mar. Él sabe qué tipo de boxeador soy, y yo qué tipo de entrenador es él. Me conoce a la perfección dentro del ring, tras todos estos años trabajando juntos”.


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