Tiger Woods sufre para sobrevivir en el Masters de Augusta
La leyenda del golf estadounidense compite por primera vez en 13 meses, aunque su segunda ronda dista de su exhibición de ayer.
Tras una primera jornada mágica, Tiger Woods batallaba este viernes en condiciones hostiles para mantenerse en competencia del Masters de Augusta, donde se situaba a seis golpes de la cabeza tras un aciago arranque de segunda ronda.
Con el viento haciendo estragos en el campo, el astro estadounidense cometió cuatro bogeys en los primeros cinco hoyos y a mitad del recorrido se situaba con dos sobre par en el puesto 28, lejos del liderato del torneo que tomó con -4 el estadounidense Scottie Scheffler, número uno del ranking PGA.
Woods, que se dijo dispuesto a pelear por su sexta chaqueta verde a los 46 años, llegó a caer cerca del corte (proyectado en +4) en su primer torneo desde el brutal accidente automovilístico de febrero de 2021.
Tras 508 días fuera de competición, Tiger Woods asombró al mundo del deporte el jueves con una sensacional primera ronda de 71 golpes (-1), en la que fue uno de los escasos 17 jugadores (de 90) capaces de bajar el par del exigente Augusta National (Georgia).
Después del esfuerzo de recorrer los 6,8 kilómetros del ondulado campo, Woods se topó el viernes con unas condiciones completamente diferentes. El radiante sol del jueves dio paso a un clima frío y un viento que desquiciaba a los jugadores.
Formando grupo de nuevo con Woods, el joven chileno Joaquín Niemann resistía en la parte alta de la cabeza con un balance de -2 tras los primeros nueve hoyos.
Tiger comenzó a tener malas sensaciones desde su primer golpe, que envió directo a un búnker camino a cometer su primer bogey.
El segundo golpe de salida volvió a caer en un búnker pero el californiano salvó la situación y estuvo cerca de lograr un birdie.
Con una sonrisa irónica, Woods se asombraba del efecto del viento en sus golpes y acto seguido no pudo evitar una cadena de tres bogeys consecutivos que lo descendían al puesto 40º con un balance de +3.
Tiger exhibió entonces su fortaleza mental para frenar la caída y acabar la primera parte del recorrido con tres hoyos en par y su primer birdie en el octavo.
El espíritu competitivo de Woods le llevaba a resistir aunque pocas semanas atrás ni siquiera él creía posible competir en el primer Grand Slam del año.
La colisión, cuando manejaba su todoterreno a casi 140 km/h, le causó múltiples fracturas en la pierna derecha que llevaron a los médicos a considerar la amputación.
A un físico ya maltrecho por una decena de cirugías de espalda y rodilla, el veterano ídolo suma ahora las dificultades con su pierna derecha, reparada con varillas, placas y tornillos, después de casi un mes hospitalizado y de meses sin poder caminar.
Para Woods, el Masters es el escenario más icónico de su legendaria carrera, donde 25 años atrás abrió una nueva era en el golf con el primero de sus 15 títulos de Grand Slam.
En 2019, tras 11 años sin alzar un trofeo grande, firmó una de las grandes resurrecciones deportivas al conquistar su quinto Masters.
Pelea por el liderato
En la parte alta de la clasificación, el surcoreano Sungjae Im cedía el liderato que tomó el jueves con una mediocre segunda ronda de 74 golpes (+3).
Primer golfista de su país en encabezar el torneo, Sungjae Im sucumbió ante la presión con cinco bogeys y tres birdies.
Este viernes le dio alcance el sudafricano Charl Schwartzel, con una tarjeta de 69 golpes, pero el estadounidense Scheffler sobrepasaba a ambos con un balance provisional de -4 con 10 hoyos aún por delante.
El chileno Niemann, que tuvo una fabulosa actuación el jueves junto a Tiger, se encontraba en un amplio grupo en cuarto lugar con -2 junto al japonés Hideki Matsuyama, defensor del título, y el ex número uno mundial Dustin Johnson.
El español Jon Rahm, número dos mundial, tuvo un esperanzador arranque de jornada después de su frustrante primera ronda (+2) pero sigue lejos de la pelea por el título con una segunda tarjeta de 72 golpes.
Rahm encadenó dos birdies en los dos primeros hoyos pero después cometió tres bogeys que lo mantenían en un lejano 28º puesto a seis golpes de la cabeza.
Soñando con ser el cuarto español en triunfar en Augusta, Rahm es uno de los cinco golfistas que podrían arrebatarle el número uno mundial a Scottie Scheffler, que lleva apenas dos semanas en el trono.