Centroamericanos, con deficiencias en Veracruz

La última sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014, se entregó un día antes de la inauguración; el Velódromo lució en condiciones óptimas, pero no a tiempo como se tenía...

Pirata
  • El evento no 'prende' entre la población

La última sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014, se entregó un día antes de la inauguración; el Velódromo lució en condiciones óptimas, pero no a tiempo como se tenía planeado. Al World Trade Center (sede del Taekwondo) de Boca del Río, prácticamente no se le hicieron arreglos, y en el estacionamiento ni siquiera hay máquinas para expedir el boleto de entrada. Para la población de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, los Juegos no son el tema principal de conversación, la falta de información, los escasos anuncios en las calles y la poca difusión han hecho que la edición XXII de los JCC sean considerados poco atractivos en la ciudad. Los hoteles sede apenas vislumbran un pequeño anuncio para ser reconocidos, hay pocos señalamientos; otras guías de metal hacen énfasis en las disciplinas y el lugar donde se desarrollarán las disciplinas en la ciudad, pero nadie habla de los Juegos Centroamericanos. ¡Es una celebración sin el festejado! Un panorama desolador sobre el malecón es el mejor reflejo de la “fiesta” que se vive en Veracruz, hay poca afluencia de clientes en restaurantes y bares después de las 19:00 horas. Es fin puente en quincena, y es como si hubiera toque de queda en esta localidad. Sólo se escucha el sonido del oleaje, el pasar de los carros, los centros nocturnos no están a reventar como en otras épocas y la incertidumbre se respira en el calor húmedo del Golfo de México. “No hay gente, empezamos este negocio hace un año pero ha bajado mucho. La gente no tiene dinero y prefiere quedarse en sus casas. Además, tal vez, también sea por miedo a salir”, dijo a Medio Tiempo Ari, comerciante de la zona del malecón.

"No hay gente, empezamos este negocio hace un año pero ha bajado mucho. La gente no tiene dinero y prefiere quedarse en sus casas".

Un reloj que fue instalado en la Plaza de los Centroamericanos fue la señal que los habitantes necesitaron para voltear al evento, sin embargo, la infraestructura, los señalamientos y anuncios comenzaron a colocarse dos o tres meses antes de la justa deportiva internacional. “El reloj que instalaron en la Plaza lo pusieron en marcha, pero pasaba el tiempo y no veíamos un cambio en la ciudad, apenas hace dos o tres meses comenzaron los trabajos y empezaron a anunciarlo ¡Todo a la mera hora!”, agregó la comerciante. Algunos cuentan que hace 10 o 15 años se podía vivir una fiesta en el boulevard principal de Veracruz, hoy no hay vestigios de esos años dorados del Puerto y unos pocos se atreven a estacionar sus camionetas para gozar del paisaje nocturno del mar. Otros, prefieren simplemente no salir, se quedan en sus hogares debido a un clima de seguridad incierto, algunos habitantes aseguran que desde hace dos años “las cosas se han tranquilizado”, pero no descartan ver en cualquier momento sucesos “inusuales” en cualquier parte. “Nos dijeron que para tener éxito deberíamos de aguantar un año, pero no hay clientes, no sacamos los gastos ¡Así no se puede!”, concluyó

La justa Centroamericana carece de alma, las pruebas se desarrollan pero el ambiente es “discreto” en comparación con otros eventos de igual o mayor estirpe, como los Juegos Panamericanos.

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