Serena Williams es desbancada como la deportista femenina mejor pagada del mundo

Según la revista Forbes, Naomi Osaka se ha convertido en la deportista femenina mejor pagada del mundo desbancando a Serena Williams. Entre el 1 de junio de 2019 y lo que va de 2020, la tenista japonesa se ha embolsado 37,4 millones de dólares (unos 34 millones de euros) superando también el récord de ganancias en un año que tenía Maria Sharapova.

Todo lo ha conseguido en muy poco tiempo, ya que hace solo dos temporadas que ganó su primer Grand Slam, el Abierto de Estados Unidos.

¿Quién es Osaka?

De padre haitiano y madre japonesa, nació en Osaka, pero a los 3 años se mudó a Estados Unidos. Primero vivió en Long Island y después en Florida, donde comenzó a jugar al tenis junto a su hermana mayor Mary.

Pese a tener la doble nacionalidad, eligió representar a Japón. Se convirtió en profesional a los 16 años y su explosión llegó en 2016, cuando fue elegida aparición de la temporada en la WTA. En 2018 llegaría el título de Indian Wells y el Abierto de Estados Unidos ante Serena Williams.

Consiguió sus primeros contratos con diversas marcas y era imagen de Adidas, que le pagaba entre 7 y 9 millones de euros anuales.

Tras imponerse en el Abierto de Estados Unidos de 2018, Osaka se llevó también el Open de Australia de 2019 y se convertía en la número 1 del mundo.

Actualmente está firmada con Nike, su contrato dura hasta 2025 y la japonesa recibirá 10 millones de dólares cada año. Además, tiene previsto lanzar su propia línea de ropa urbana para finales de este 2020.

Osaka tiene acuerdos con hasta 15 compañías distintas que le suponen la mayor parte de sus ingresos. Entre los contratos más importantes que ha firmado recientemente están los que le vinculan con la bebida deportiva BodyArmor, la empresa de tecnología Hyperice o la marca de auriculares Muzik.

El año pasado Osaka, cumpliendo la legislación de su país, renunció a la ciudadanía estadounidense para representar a Japón en los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados hasta 2021, y de los que se ha convertido en una de sus principales embajadoras, lo que también le ha supuesto importantes beneficios económicos.

Todo ello, sumado a los 7 millones de dólares en premios que consiguió sobre la pista en 2019, le han convertido en la deportista femenina mejor pagada del mundo.